¡Quédate quieta maldita, quédate tranquila mi amor!, gritaba Javier José, expresión que a Andreina le causó curiosidad pues creía que el vecino tenía un encuentro furtivo con alguna mujer.
Esta sospecha quedó descartada de inmediato cuando escuchó el bramido de un animal, para mayor sorpresa la cabra que tenía amarrada en el patio alguien la había desatado y desaparecido, reseñó Cactus.
Tan pronto la mujer reconoció que era su cabra, acudió al puesto más cercano de la policía del estado Anzoátegui, centro de coordinación Anaco, cuyos funcionarios, una vez recibida la denuncia, se trasladaron al sector El Matadero Viejo, calle Carabobo.
Dentro del rancho de zinc estaba, además de la cabra, el hombre que había mantenido relaciones sexuales con el animal caprino, según los exámenes y análisis que en el curso de las actuaciones llevó a cabo una médico veterinaria.
Por cometer zoofilia, delito establecido y sancionado en el artículo 357 de la Ley de Protección Animal, quedó detenido el hombre de 49 años, quien cada vez que se embriagaba, solía saciar su apetito sexual con animales.
Testigos contaron a la policía que hace un año este mismo hombre estranguló a una perra callejera en represalia porque “le había montado cachos”.
La detección de este hombre quedó asentada en el acta policial 1224, caso del cual pasó a conocer la Fiscalía Octava del Ministerio Público a cargo del abogado Ángel Rubén Malavé.
Por Agencia