La marca de lencería Victoria’s Secret (VS) realizó este martes su primer desfile en seis años con “ángeles” icónicas como Adriana Lima y decenas de modelos diversas en edad, talla y raza, cimentando su regreso tras las polémicas por los cánones de belleza que promulgaba antes de la pandemia.
Lima, de 43 años, que comenzó su carrera en VS en el año 2000 y se retiró en el último desfile antes del parón, en 2018, reapareció sonriente balanceando unas alas en la espalda, y no fue la única de su generación: también estuvieron Alessandra Ambrosio, Isabeli Fontana, Kate Moss, Eva Herzigova y Carla Bruni, reseñó EFE.
El retorno del evento, cancelado en 2019, se produjo después de que la empresa emprendiera en los últimos años cambios en su dirección y su imagen para alinearse con los valores de las mujeres contemporáneas, y de que estas reclamaran el ‘show’ que se celebraba desde 1995.
“Hemos leído sus comentarios y las escuchamos”, dijo la marca hace unos meses, prometiendo “reflejar quiénes somos hoy” en su nuevo desfile, y publicando un alegato: “Hemos pasado de promover una visión excluyente de lo que es sexy a celebrar a todas las mujeres en cada fase de sus vidas”.
Reflejo de los tiempos fue la panorámica final, en la que Tyra Banks, de 50 años, despampanante y con su pelo afro natural, lideró entre confetis rosas a maniquíes de VS más jóvenes, como Gigi Hadid, Candice Swanepoel o Behati Prinsloo, y a nuevas generaciones, como Lila Moss o Valentina Sampaio.
El desfile, que se celebró en Nueva York y fue retransmitido por internet, comenzó con una motorista recorriendo las calles hasta la pasarela y resultó ser la cantante tailandesa Lisa, que cantó “Rockstar” con una coreografía provocadora, rodeada de bailarinas vestidas con “body” y chaquetas cortas.
La banda sonora corrió a cargo solamente de mujeres, que marcaron los segmentos del desfile: Lisa, que actuó dos veces; Cher, con himnos como “Strong Enough” y “Believe”; Tyla, que caldeó el ambiente con música R&B, y una cantante de rock sin identificar que entonó la famosa “I love rock and roll”.
Antes de la cancelación del desfile en 2019, VS estuvo lastrado por una menguante audiencia televisiva, por las denuncias por acoso sexual en el entorno de trabajo y por la larga amistad entre el dueño de la empresa, el millonario Les Wexner, con el delincuente sexual Jeffrey Epstein.
Emprendió entonces una transformación en la que tomó decisiones de acogida tibia, como cambiar sus “ángeles” por activistas, actrices y deportistas a las que dio un altavoz en un podcast de corta vida.
El cambio más significativo fue la salida de Wexner como máximo ejecutivo de la empresa matriz, L Brands, seguido por acciones para las mujeres reales de su clientela, como mostrar cuerpos diversos en raza y talla en su publicidad o vender sujetadores para lactancia y mastectomías.
Por Agencia