El domingo 9 de enero un estado denominado bastión del chavismo, después de más de 20 años, quedó en manos de la oposición que supo maniobrar cada uno de los obstáculos que se les presentó, empezando por una decisión del Tribunal Supremo de Justicia y diversas inhabilitaciones políticas. Un panorama difícil de imaginar para muchos, pero que deja en evidencia que el voto es el que no pierde poder.
La analista política Ana María Osorio destaca en entrevista con Foco Informativo que el triunfo de Sergio Garrido, en Barinas, no modifica el panorama político del país, pero trae una «esperanza a un pueblo que vive tras la sombra de un sistema perverso», y que ahora ve «posible» una derrota del presidente Nicolás Maduro en futuras elecciones.
Osorio destaca que la visión del voto cambió cien por ciento para los ciudadanos que, tras los resultados electorales del domingo, tienen claro que «no hay artimaña posible para falsear el resultado electoral».
Aunque la victoria deja en la población una «esperanza», la analista señala que desde la oposición hay mucho trabajo por hacer. Recomienda que administren el triunfo e inicie un reorganización que les permita capitalizar el descontento.
«Tienen que ser coherentes en su discurso teórico y práctico,lo que dicen con lo que hacen, para ganar credibilidad y que el ciudadano retome la confianza en ellos y en el sistema político. Usar un mensaje único y evitar distraerse en tonterías», sugirió Osorio.
El mapa rojo
La dirigencia del Gobierno luego de difundidos los resultados electorales de la entidad llanera recurrieron a recordar que el mapa de Venezuela sigue «pintado de rojo», ante esta postura Osorio recuerda que el 21 de noviembre en el país «ganó la división».
Explica que en 15 estados, aunque resultaron electos los candidatos del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), la oposición representada por la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) y demás organizaciones políticas no aliadas del partido de gobierno los superó en votos, «esto revela que la fuerza electoral la concentra la oposición venezolana».
Por: María Gabriela Villalobos