Vicente Díaz, exrector del Consejo Nacional Electoral (CNE), aseguró que la observación internacional y los testigos de mesa son los mecanismos de defensa y movilización del voto que tiene la fuerza política.
Destacó que lo más importante es que haya un testigo de los factores de oposición en cada una de las mesas para que puedan denunciar cualquier irregularidad que se presente, reseñó Unión Radio.
Díaz indicó que es de suma importancia que cada venezolano vea si es testigo de mesa y se prepare para eso. A la vez, pidió a los partidos buscar a los testigos de mesa y prepararlos para esa función.
«Está iniciando el proceso de auditoría en el que cada venezolano puede enviar un mensaje de texto al número 2627 con su cédula y le llegará donde vota para que, de no ser el lugar que eligió, pueda hacer el reclamo, esto solo durará 14 días» añadió en entrevista.
Resaltó que la observación internacional es importante porque puede generar un efecto disuasivo en algunas personas que quieran “comerse el semáforo”, además de dar testimonio que los resultados electorales se corresponden con la voluntad de los electores.
También explicó que lo más importante de esta elección, no es solo que Venezuela pueda volver a tener expresidentes, sino que se tome un paso inicial para volver a la normalidad política, diplomática y económica del país.
«Tenemos una oportunidad de iniciar el camino a la normalidad» acotó.
El exrector del CNE señaló que a Edmundo González se le ve como un hombre sobrio, con templanza, actitud de estado, con un discurso en búsqueda de la reconciliación nacional y la recuperación económica, generando la sensación de estar dispuesto a hacer lo necesario para sacar al país adelante.
Insistió en que este no está atrapado en ambiciones personales, ni que quisiera ocupar una posición de alto nivel para su beneficio.
«La entrevista de él que vi ayer me mostró a un hombre que inspira confianza, paz y reconciliación. Venezuela está cansada de esos líderes encantadores de serpientes, y este no es su perfil» dijo.
Por Agencia