El triple campeón del mundo neerlandés Max Verstappen (Red Bull), líder del Mundial de Fórmula Uno, llega a Sao Paulo (Brasil), sede del próximo Gran Premio -de nuevo con formato sprint-, con 47 puntos de ventaja sobre el inglés Lando Norris (McLaren).
Segundo, a falta de las últimas cuatro pruebas, en un certamen que se cerrará el próximo 8 de diciembre en Abu Dabi y que aumentó progresivamente su emoción en su segunda mitad.
Después de ganar siete de las primeras diez carreras de la temporada -la última de ellas, el Gran Premio de España, en Montmeló (Barcelona), en junio-, Verstappen, de 27 años, no ha vuelto a festejar triunfo en las siguientes diez, en las que ‘sólo’ sumó cuatro podios. Norris, de 24, con un coche superior en este tramo, acortó unas distancias que el astro neerlandés intentará defender como pueda en su afán por anotarse un cuarto título seguido.
Brasil completa, con el vigésimoprimer Gran Premio del año, el tríptico americano que arrancó en Estados Unidos y se prolongó el pasado fin de semana en México, donde el español Carlos Sainz (Ferrari) celebró un triunfo claro -su cuarto en la F1-, por delante de su ex colega Lando y de su compañero actual, el monegasco Charles Leclerc: victorioso un domingo antes en Austin (Texas).
Donde encabezó, junto al talentoso piloto madrileño, un doblete para la Scuderia.
Sainz, de 30 años, que había ganado hace dos cursos en Silverstone (Gran Bretaña) y el año pasado en la noche de Singapur, festejó su segunda victoria de la temporada, después de la que celebró de forma épica en Australia, apenas dos semanas después de ser intervenido de urgencia de una apendicitis -en Yeda- que le hizo perderse el Gran Preemio de Arabia Saudí
«Mad Max» frenó el avance de Lando en territorio estadounidense -donde, entre el sprint y la carrera larga, le añadió cinco puntos a su ventaja-, pero, al acabar sexto en el Autódromo de los Hermanos Rodríguez de la capital mexicana, cedió diez. Y ahora lidera el Mundial con 362: exactamente 47 más que Norris y con 71 de ventaja respecto a Leclerc, que es tercero.
Sainz -quinto, con 240, once menos que el australiano Oscar Piatri (McLaren)- saldrá por la puerta grande de Ferrari, equipo en el que el año próximo, cuando el español pilote para Williams, lo sustituirá el séptuple campeón mundial inglés Lewis Hamilton (Mercedes): sexto en el torneo, a 51 puntos de Carlos.
Los excelentes resultados en Texas y en Ciudad de México han colocado de lleno en la lucha por el Mundial de constructores a Ferrari. McLaren lidera con 566 puntos, sólo 29 más que la escudería de Maranello.
Red Bull, a la que desde el Gran Premio de España se le empezó a complicar el camino hacia un tercer título seguido por equipos, es tercera. A 54 puntos del de Woking.
Antes de festejar a Sainz, México homenajeó a su compatriota Fernando Alonso (Aston Martin), que -después de haber batido en su día muchísimas plusmarcas de precocidad- elevó a 400 su propio récord histórico de Grandes Premios disputados.
El doble campeón mundial asturiano, que tuvo que abandonar por un problema de frenos en la capital mexicana, regresa este fin de semana al circuito en el que festejó la consecución (matemática) de sus dos títulos: en 2005 y en 2006. Fernando no atenderá este jueves a la prensa, ya que, según informó el miércoles su escudería, a través de su canal de información con los medios, en el que está incluido EFE, «sufrió una infección intestinal previa al Gran Premio de México (…) y ha regresado a Europa para ampliar tratamiento con un especialista»; lo que facilitó que el viernes pueda estar de nuevo al volante del AMR24, según la citada misiva.
En el autódromo mexicano, Franco Colapinto (Williams) se convirtió en el primer argentino en completar sus primeras cinco carreras en la F1. Algo que no habían conseguido ni siquiera el mítico Juan Manuel Fangio -quíntuple campeón del mundo en los años 50-, ni Carlos Reutemann, el último ganador de ese país. Con doce victorias en la categoría reina: exactamente la mitad de las que obtuvo ‘el Chueco’.
No tuvo suerte ante su afición el mexicano Sergio Pérez, que después de quedar eliminado en la Q1, acabó decimoséptimo. «Checo», subcampeón del mundo el año pasado, es octavo en el Mundial, con 150 puntos. Con seis victorias y 39 podios en la categoría reina, el piloto de Guadalajara (Jalisco) no sube al cajón desde la quinta carrera del año, en China, el pasado mes de abril.
Por ese motivo, «Checo» buscará mejorar sus prestaciones en Interlagos. Una pista de cuatro mil 309 metros y quince curvas (cinco a la derecha), en la que este viernes se disputará el único entrenamiento libre de todo el fin de semana.
En el circuito paulista se rodará -en sentido inverso al movimiento de las manecillas del reloj- con neumáticos de la gama de compuestos intermedia, la misma que se usó hace dos semanas en Austin: los C2 (duros, reconocibles por la raya blanca), los C3 (medios, raya amarilla) y los C4 (blandos, roja).
Horas después del único ensayo, se disputará la calificación para el sprint matinal del sábado: jornada que se completará con la cronometrada principal, que ordenará la parrilla de salida de la carrera dominical. Prevista a 71 vueltas, para completar un recorrido de 305,8 kilómetros.
El sprint del sábado, a 24 vueltas, se disputará con un recorrido de poco más de un tercio de la prueba del domingo; y, sobre todo en la parte alta de la general, será importante en un Mundial que, de mantener la tendencia, podría decidirse por poco.
El ganador de la carrera corta se llevará ocho puntos; el segundo, siete; y el tercero, seis. Y así sucesivamente hasta el octavo clasificado, que sumará uno.
Por: Agencias / Foto: Archivo