Los funcionarios del Cicpc que investigan el asesinato del conductor Atilio José Torres tienen un testigo clave del homicidio ocurrido la mañana de este miércoles en el sector Negro Primero de San Francisco.
Las primeras entrevistas plantean dos hipótesis sobre el por qué este asesinato contra el trabajador del volante.
El compañero del conductor indicó que el gatillero abordó la unidad de transporte en el Kilómetro 4 en sentido hacia La Cañada de Urdaneta.
No había transcurrido un kilómetro cuando solicitó que detuvieran el autobús para bajarse, y al acercarse a la primera puerta sacó una pistola y realizó dos disparos a quemarropa en la cabeza de Torres.
No hubo el mínimo intento de despojarlo de nada, por lo que la hipótesis del robo quedó descartado en el primer momento. Una parte del dinero quedó en el tablero y la otra la manejaba el colector.
El homicida tras disparar se lanzó del autobús y corrió hacia una de las calles de la comunidad sureña.
El colector intentó parar la unidad que comenzó a rodar por la calle paralela, pero este quedó en un hueco de la vía y allí se frenó.
Otros cuatro pasajeros que estaban a bordo de la unidad salieron despavoridos al ver la escena de sangre. No se sabe nada de ellos.
Sobre las versiones
Dos versiones del hecho maneja la policía para esclarecer el suceso: La primera, que sería una venganza contra Torres, la cual se consumó este miércoles, apenas habían pasado las 8 de la mañana, según la hora indicada por el colector.
La otra arista que fue conocida por la policía es que se trata de una retaliación contra los propietarios de la línea La Cañada de Urdaneta – Maracaibo, quienes se mantienen firmes en no pagar extorsión a una banda y que ante la negativa amenazaron con atacar a los choferes, y Torres fue la primera víctima quien solo sirvió de demostración que su advertencia va en serio.
Las dos vertientes tratan de ser comprobadas por la policía para determinar quienes ejecutaron el homicidio del trabajador del volante.
Por: Redacción Sucesos