Los Mets siguen en plena lucha por el Comodín de la Liga Nacional, y los próximos once días podrían decidir si avanzan o no a la postemporada ya que enfrentan series claves con los Orioles, Padres y D-backs.
Baltimore fue la primera prueba el lunes por la noche en Citi Field, y los Mets salieron airosos con una victoria por walk-off, 4-3. Enfrentando al derecho dominicano Seranthony Domínguez en el noveno acto, el venezolano Francisco Álvarez le hizo swing a un envío con cuenta de 3-0 y se voló la cerca por el bosque izquierdo para ganar el partido.
Y fue un cañonazo, con una velocidad de salida de 106.5 mph y una distancia proyectada de 421 pies.
“Fue bueno verlo listo y a tiempo”, declaró Mendoza. “Sabía que iba a ver una buena recta de Domínguez, quien estaba lanzando 98, 99, hasta 100 mph. Alvy mantuvo un swing corto, sacando la frente del bate, y finalmente … Bueno por Alvy que puede sentirse así otra vez, y que tuvo éxito. Fue en un momento importante para nosotros”.
Álvarez sabía que se había volado la cerca, observando a sus compañeros mientras se dirigía a la primera base tras el primer hit de oro de su carrera. Hasta se olvidó pisar el plato, pero volvió y lo pisó como el punto final de la victoria.
“No sé si no lo pisé, pero volví a pisarlo”, declaró Álvarez.
Fue el tercer jonrón de oro con la cuenta 3-0 desde el 2020. El último en lograrlo fue el infielder de los Tigres, Nick Maton, contra los Gigantes el 14 de abril del 2023.
“Estaba pensando dar swing y darle con la parte gruesa”, agregó Álvarez. “Sabía que se había ido. Puse el bate sobre la bola. … Me sentí muy entusiasmado porque los Orioles son un equipo bastante bueno. Les ganamos”.
Cuando Álvarez estaba en la caja de bateo, Mendoza estaba hablando con el coach de pitcheo Jeremy Hefner sobre un movimiento en el bullpen si el partido se iba a extrainnings y luego, de repente, el encuentro se había terminado.
No fue necesario.
“Cuando voltee la pelota ya estaba en el aire”, relató Mendoza. “Fue una sensación increíble. Los muchachos comenzaron a saltar. En general, creo que fue una gran victoria para nosotros”.
Fue un imparable que Álvarez necesitaba. Previo a la jornada del lunes, el venezolano bateaba de 72-12 desde la pausa por el Juego de Estrellas. Estaba haciéndole swing a muchos envíos fuera de la zona, pero estaba tratando de perfeccionar su swing tomando prácticas de bateo más temprano que los demás.
“Estaba pasando por un momento difícil”, lamentó Mendoza. “Tiene apenas 22 años y está batallando a nivel de Grandes Ligas. Lo he venido diciendo: El muchacho se preocupa bastante, y siempre quiere ganar. En ocasiones, cuando estamos batallando ofensivamente como equipo, él se atribuye la responsabilidad, y está bastante ocupado haciéndose cargo del cuerpo de lanzadores y cosas así. … Pero, finalmente conectar un batazo de esa magnitud, había pasado mucho tiempo. Habernos dado una victoria en esa situación, me siento bien feliz por él”.
Por: Agencia