Grandes estrellas del pop en el mundo han tenido un lugar en el escenario de la sala de conciertos más famosa de New York: el Carnegie Hall. Lo poco común en este espacio que concentra una importante historia musical, es que un joven venezolano pueda contar sus historias a través de sus composiciones a cientos de espectadores de todo el mundo.
Se trata de Ali Ochoa, un compositor musical venezolano que conquistó a los músicos y asistentes de otras latitudes al presentar su pieza Dark South el pasado Viernes 15 de Abril en el Carnegie Hall en el medio de Manhattan.
La organización “American Protege” lo condecoró con una placa y un certificado por su obra original y su interpretación magistral de la noche, junto con otros músicos que dieron vida esa noche. Ali puso en alto el tricolor nacional al ser el único de la velada en tocar una pieza original. El resto de las obras ejecutadas fueron de compositores del siglo XIX, pero el estilo cinemático/contemporáneo que caracteriza a Ali, junto con un merengue venezolano, hizo la diferencia en el teatro. Durante ocho minutos, el público multicultural que caracteriza a la emblemática ciudad de New York, pudo saborear a Venezuela y a nuestro exponente en este tipo de música.
Nuestro país es reconocido por grandes compositores de canciones que le han dado la vuelta al mundo (escritores de letras y cantautores), pero en el caso de Ali Ochoa, suma una trayectoria tanto en canciones de música pop/latina, como en el ámbito instrumental y clásico donde Venezuela aún no había tenido una figura de compositor de piezas.
Tendremos que escuchar su álbum Diary of a Composer (Diario de un compositor), que es la primera placa de 8 canciones contemporáneas donde nos brinda parte de su creatividad.
Temas como Butterfly, Hannah y Tempo son soundtracks por sí solos, donde con solo escucharlos evocan los distintos mundos y personajes que Ali crea en su mente y los lleva a la realidad con su música.
Por Nota de Prensa