El 15 de diciembre de 1999 el estado Vargas registró una de las mayores tragedias que ocurrió en toda la historia de Venezuela, donde más de 30.000 personas perdieron la vida, luego de que lluvias torrenciales, por varios días, saturarán los cauces de ríos y generaran que su caudal bajara por las pendientes de las montañas arrastrando todo tipo de objeto a su paso.
Los Corales, fue uno de los sectores de la entidad donde las fuertes precipitaciones alcanzaron los 1814 milímetros de agua y por donde bajaron rocas de hasta seis metros de longitud, reseñó Unión Radio.
Autobuses, carros, árboles, universidades, grandes hoteles, clubes, importantes comunidades y gran parte de la vialidad fueron arrastrados por el agua directo a los edificios de la zona, mientras que la mayoría de las casas quedaron totalmente tapiadas por el lodo.
Según el presidente de la Cruz Roja Internacional, las precipitaciones acumuladas alcanzaron los 1200 mm en dos semanas y la cantidad de 1.700.000 metros cúbicos de lodo y sedimentos son arrastrados por los caudales de lo ríos hasta las costas.
Ante la emergencia se constituyeron comités de atención inmediata. A partir de las primeras horas, se dispuso de un gran número de helicópteros para iniciar la evacuación de las víctimas. Asimismo, a medida que la lluvia cesaba, pudieron llevarse a cabo operaciones que permitieron acercar los barcos de la Armada Nacional al sitio y evacuar alrededor de 100.000 personas en pocos días.
El hecho apareció registrado en el libro de récords Guinness como el mayor número de víctimas mortales por un alud de barro. Las zonas más afectadas por el desastre natural del 15, 16 y 17 de diciembre fueron las costas de los estados Vargas, Miranda y Falcón.
Varias quebradas salidas de su cauce arrastraron a personas, vehículos y viviendas. San Bernardino colapsó totalmente con el desbordamiento de la quebrada Anauco, Cotiza y Lídice fueron afectados por la quebrada Catuche y otros sectores fueron arrasados como Blandín y Plan de Manzano.
Por Agencia