La oficina de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) instó este jueves 29 de abril a Chile a continuar promoviendo la integración educativa de la población migrante venezolana y a trabajar en conjunto para impulsar la regularización e inclusión de los estudiantes.
«La necesidad de proteger y resguardar la seguridad y bienestar de cientos de familias que junto a sus niños y niñas han ingresado al país es un asunto prioritario», apuntó en un comunicado Claudia Uribe, directora de la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe (Orealc) de la Unesco.
La Unesco elaboró un estudio que resalta los esfuerzos de Chile en materia de inclusión educativa por haber llevado a cabo iniciativas que incluyen «cambios en la normativas y la flexibilización de requisitos de matrícula para los venezolanos».
Una de las iniciativas más destacadas en el documento es el Identificador Provisorio Escolar (IPE), un mecanismo que permite a los migrantes o refugiados iniciar sus estudios aunque no hayan regularizado su situación migratoria.
Esta idea, que se puso en marcha durante el segundo mandato de Michelle Bachelet (2014-2018), benefició, según datos del Ministerio de Educación, a más de 30.000 estudiantes venezolanos en 2020.
Sin embargo, desde organismos de derechos humanos y promigrantes del país señalan que, si bien los jóvenes venezolanos tienen acceso a educación independientemente de su estatus migratorio, todavía no tienen acceso a otros subsidios, como las ayudas económicas estatales para afrontar la pandemia o algunos créditos educativos.
«Para abordar esta situación, es necesario desarrollar procesos de regularización en conjunto con la autoridad migratoria, y a fomentar la inclusión de niños y adolescentes», afirma el informe.
Entre los principales desafíos, la Unesco señaló la «necesidad de contar con docentes calificados en temáticas de interculturalidad» además de políticas que promuevan la «inclusión y la diversidad».
Otro elemento clave que también resalta el estudio es la «necesidad de que las escuelas sean espacios libres de violencia» y para esto, señaló la institución, resulta fundamental realizar un trabajo preventivo y establecer un sistema para denunciar la discriminación.
En Chile, un país muy atractivo para migrar dentro de la región por su estabilidad política y económica, hay 1,4 millones de migrantes, y los venezolanos son los más numerosos, seguidos de peruanos, haitianos y colombianos.
En 2018, el actual mandatario, Sebastián Piñera, puso en vigencia una visa especial de responsabilidad democrática para los venezolanos que quieran establecerse legalmente, pero se han aprobado solo cerca de un 27 % de las solicitudes.
Además, este mes y bajo el lema de «ordenar la casa», el Gobierno promulgó una nueva ley migratoria, más restrictiva, que facilita las deportaciones y que permitirá expulsar a 1.500 migrantes este año, según cifras oficiales.
Por Agencia