Las nuevas normas de los servicios de guardacostas chinos permiten desde este sábado detener hasta 60 días sin juicio a extranjeros en el disputado mar de China Meridional, donde países vecinos y el G7 acusaron a Pekín de intimidación y coacción.
Pekín reivindica la casi totalidad de este mar, una reclamación sin base legal para la justicia internacional y contestada por otros países ribereños como Filipinas, Vietnam o Malasia.
Buques de China y Filipinas han protagonizado una serie de incidentes alrededor del atolón Second Thomas, donde Pekín acusa a Manila de haber varado ilegalmente un antiguo buque militar.
Según la nueva normativa publicada en línea por Pekín, desde el sábado los guardacostas chinos podrán detener a extranjeros «sospechosos de violar la gestión de entradas y salidas de la frontera«.
En «casos complicados» se permitirá un periodo de detención de hasta 60 días. Y «si la nacionalidad y la identidad (de los detenidos) no está claro, el periodo de detención empezará a contar a partir del día en que se determine su identidad«.
Las nuevas reglas también permitirán la detención de «barcos extranjeros que hayan entrado ilegalmente en aguas territoriales chinas y sus aguas adyacentes«.
Valor comercial y militar
Filipinas, un estrecho aliado militar de Estados Unidos, ha acusado a los buques guardacostas chinos de ejercer un «comportamiento inhumano y bárbaro» contra sus barcos en el mar de China Meridional.
El G7 [Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y el Reino Unido] se opuso el viernes a las «peligrosas» incursiones chinas en la zona, al término de una cumbre celebrada en el sur de Italia.
«Nos oponemos a la militarización y a las actividades coercitivas e intimidatorias de China en el mar de China Meridional«, declararon las siete democracias más ricas del mundo.
Las naves chinas han usado en varias ocasiones cañones de agua contra buques filipinos en estas aguas, donde también se han registrado varias colisiones que han resultado en soldados filipinos heridos.
El mar de China Meridional abarca más de tres millones de kilómetros cuadrados y es el principal enlace marítimo entre el océano Pacífico y el Índico, lo que le confiere un enorme valor comercial y militar.
En su lecho, se estima que hay enormes yacimientos de petróleo y de gas, pero las distintas proyecciones sobre el tamaño de estas reservas son variables.
Varios países sostienen reivindicaciones territoriales que se solapan sobre distintas zonas del mar. China y Taiwán reivindican la casi totalidad de las aguas mientras Vietnam, Filipinas, Malasia y Brunéi tienen reivindicaciones coincidentes.
Recientemente, los enfrentamientos entre China y Filipinas han hecho temer un conflicto más amplio que podría implicar a Estados Unidos y otros aliados.
Por: Agencia