La expresión artística de los indígenas wayuu, un pueblo originario de la región fronteriza entre Colombia y Venezuela, se erige como un poderoso testimonio de resistencia cultural y autenticidad en un mundo cada vez más globalizado.
En un contexto contemporáneo, donde la identidad se enfrenta a desafíos constantes, el arte wayuu se manifiesta no solo como una forma de proteger sus tradiciones ancestrales, sino también como un ejemplo de evolución, majestuosidad y unión en la sociedad actual.
Las vibrantes paletas de colores que engalanan sus mochilas, los intrincados diseños de sus textiles, y las narrativas que emergen a través de su música y danzas son un reflejo de la conexión profunda con la tierra, la espiritualidad y la comunidad.
Alex Rincón: La fuerza de la mujer wayuu
En el estado Zulia actualmente el trabajo artístico de muchos jóvenes toma cada día más relevancia, más alcance, ellos son las voces de la contemporaneidad, de aquellos que trabajan arduamente para que la etnia y toda su riqueza trascienda de generación en generación.
Ejemplo de ello es Alex Rincón, artista plástico, egresado de la Universidad del Zulia, un joven wayuu que es referente del movimiento cultural y artístico en Maracaibo.
Rincón, en una entrevista concedida a Foco Informativo, narró cómo desde los catorce años se dedica al arte, y ahondó en su arduo camino para exaltar sus raíces y brindar homenaje al pilar de la etnia: la mujer.
Proveniente de una familia donde todos dibujan, y teniendo como fuente de inspiración su origen, este artista plástico le dice al mundo que está muy orgulloso de sus ancestros, y sobre todo de su abuela, un ejemplo de la fuerza de la mujer wayuu.
“El cerebro de toda la familia es la mujer, la mujer es lo más importante, la mujer es la que te da la carne, te da la sangre, y eso es mi búsqueda dentro de la pintura. He tenido la oportunidad de participar a nivel regional, nacional e internacional como representante del mundo indígena, en este caso el wayuu, al que pertenezco, como wayuu uriana, que es mi ruco, que se lo debo a mi madre, a mi abuela, a mi bisabuela, ya que uno hereda el ser wayuu desde el nacimiento, desde el vientre materno, desde el útero”, explicó.
Añadió que, busca representar la belleza de la mujer wayuu en sus trazos, asimismo tiene como objetivo honrar a sus antepasados.
“A través de cada pincelada y elección de color, busco expresar mi identidad como descendiente de este pueblo ancestral. En mi obra, mezclo elementos simbólicos con elementos propios de los wayuu, como facciones, vestimentas y otras características. Mi objetivo es rendir homenaje a los dioses de mi pueblo y representar la riqueza cultural y espiritual de mi gente», expresó.
“No lo hablo, pero eso no me hace ser menos wayuu»
Rincón resaltó que no habla el idioma wayunnaiki, pero que eso no es impedimento para continuar persiguiendo sus metas.
“No lo hablo, pero eso no me hace ser menos wayuu. Lastimosamente no lo hablo porque mi mamá es la que tiene que enseñarme la lengua materna, porque es un conocimiento que se comparte y uno lo absorbe de la madre, y mi mamá tiene una discapacidad, pero eso no me ha impedido ir a preguntar, decir ciertas palabras, entender algo. A diferencia de algunos paisanos o hermanos, que son wayuu netamente criados en territorios, y hoy en día reniegan de su lengua, que crecieron con esa lengua, entonces el ser wayuu no es hablar o no hablar”, afirmó.
Manifestó que está en un proceso de aprendizaje “muy lento”, “a veces las personas que hablaban wayuu no se pueden imaginar lo complejo que es hablarlo”, sin embargo, enfatizó que más allá del idioma se trata de sentirse, de actitud y conocimiento.
“Debemos descubrirnos, quienes somos, de dónde venimos, de las luchas que vivieron nuestros abuelos hace más de 120 años”, indicó.
Detalló que es un artista que abarca todas las áreas, incluyendo la pintura, dibujo, cerámica, tapara, entre otros materiales, además inició un proyecto comercial, llamado Sin Fronteras, el cual es basado en su manera de expresarse profesionalmente.
Jóvenes representantes de la cultura wayuu
Alex reconoció el trabajo de otros jóvenes wayuu, que, como él, en la actualidad se encuentran siendo motores de enseñanza, cambios, orgullo e inspiración para las tradiciones y el arte de una de la etnia que representa aproximadamente el 11 % de la población del estado Zulia en Venezuela y el 45 % del Departamento de la Guajira en Colombia.
Entre estos jóvenes se encuentra María Peinado, actual Miss Zulia, Luis Fuenmayor (poeta), Oriana Nava, también reina de belleza, y otros más, que de la mano trabajan para exaltar sus raíces wayuu, transformándolas en obras novedosas, pero que de igual manera conservan aquella esencia ancestral que caracteriza a la comunidad indígena.
Hoy, estas expresiones artísticas no solo capturan la atención del público local, sino que también alcanzan esferas internacionales, por ejemplo, Alex Rincón representó al estado Zulia y a toda Venezuela en la UNESCO, con obras individuales, y una colaboración con el diseñador, Douglas Tapia, donde se presentó La Manta como Lienzo, junto con otros grandes artistas zulianos.
La creatividad wayuu es un símbolo de la diversidad cultural, que motiva a las nuevas generaciones a redescubrir sus raíces, valorarlas, explorarlas y exponerlas, desafiar los fenómenos que a menudo ocultan su historia y cosmovisión.
En esta encrucijada de tradición y modernidad, el arte wayuu se presenta como un faro que ilumina el camino hacia un futuro donde la pluriculturalidad, el respeto y el conocimiento se convierten en pilares fundamentales de la preservación de los pueblos originarios.
Texto y Fotos: Yorgelis Labarca y cortesía / Obras de arte: Alex Rincón