La agencia Reuters publicó el pasado sábado imágenes de un lago cerca de la ciudad de Yatagan, en el suroeste de Turquía.
A pesar de su belleza, no atrae a turistas ni es empleado como lugar de recreo por los habitantes locales. El hermoso color turquesa de sus aguas es resultado de una fusión de materiales altamente tóxicos como selenio, boro, níquel, cobre y zinc.
‘Its beauty is coming from its toxic structure’: Local villagers and environmentalists are worried about this lake in Turkey's southwestern coal-mining town of Yatagan pic.twitter.com/kIdfQ4CkLF
— Reuters (@Reuters) March 20, 2021
Apareció en la zona de almacenamiento de cenizas de carbón de la planta eléctrica de Yataaan Termik Enerji Uretim AS, en 1993. No fue planeado, pero se creó debido a la retención de agua de lluvia en el terreno, afirmó en el 2017 al diario Hürriyet el director de la compañía, Serdar Toprak.
En marzo del año pasado, una campaña lanzada por ambientalistas, resultó en la decisión del Consejo Estatal de Turquía de suspender el funcionamiento de todas las centrales eléctricas que no tengan filtros modernos. «Es una decisión muy importante y esperamos que la decisión final del tribunal vaya en la misma línea», dijo a Reuters Ozlem Katisoz, miembro del organismo.
Por: Agencia