El Hospital Carlos Van Buren de Valparaíso, ubicado a 120 kilómetros de Santiago hacia el litoral chileno, alertó del colapso de su morgue debido al aumento de fallecidos por COVID-19, que según informaron las autoridades sanitarias fue de 17 personas el pasado domingo.
Con el país gravemente golpeado por el avance de la segunda ola de la pandemia, que este fin de semana mantuvo a 16 millones de personas -el 97 % de la población- bajo confinamiento total, la institución comunicó que «en las últimas horas» han visto «aumentada la demanda de espacios para custodiar los restos mortuorios» de sus pacientes.
«Colapsó la morgue y lamentablemente se habilitaron pasillos (…) tenemos nueve cadáveres de personas que fallecieron por COVID-19″, explicó a la prensa local el dirigente de la Federación Nacional de Trabajadores de la Salud de Valparaíso, Aron Neira.
Al ver superada la capacidad de almacenamiento de los cuerpos, el hospital dejó a los fallecidos en un sector cerrado del hospital, «manteniendo las condiciones sanitarias y de dignidad de los fallecidos».
Asimismo, se llamó a un camión refrigerante con capacidad para almacenar 12 cuerpos, para aliviar la carga de la morgue.
«El viernes en la tarde noche hubo más fallecidos de los que tenía capacidad esta morgue, de la cual van saliendo todos los días fallecidos que son entregados a sus familiares», dijo a la prensa el director del Servicio de Salud de Valparaíso-San Antonio (SSVSA). Eugenio de la Cerda.
«Este fin de semana que tuvimos cierre total de actividades (por cuarentenas) los cementerios ni siquiera atendieron y eso generó un taco (atasco) en la salida de los fallecidos», agregó.
De igual forma, indicó que la llegada del camión refrigerante ayudaría a hacer una buena gestión de la situación.
Por Agencia