El autorretrato «Diego y yo», de Frida Kahlo, marcó este martes un precio récord para una obra de un artista latinoamericano en subasta, al venderse en Nueva York por 34,9 millones de dólares, cuadruplicando además el anterior máximo histórico de la propia pintora mexicana de 8 millones de dólares logrado en 2016.
La obra, de pequeñas dimensiones —30 centímetros de alto y 22,4 de ancho—, es un autorretrato en primer plano de Kahlo que fue completado en 1949, pocos años antes de su muerte, y superó el récord ya en la primera puja en la sede neoyorquina de Sotheby’s, que fue de 26 millones de dólares.
La pieza, vendida por última vez hace tres décadas, simboliza la tempestuosa relación entre Kahlo y Diego Rivera, que aparece dibujado sobre la frente de la mexicana y que a su vez tiene un tercer ojo, un elemento con el que trata de representar la continua presencia de su marido en su mente.
«El precio alcanzado esta noche sitúa a Frida Kahlo en el centro de la escena junto con los grandes titanes de la historia del arte, y como uno de los artistas más codiciados del mercado actual», subrayó Sotheby’s en un comunicado nada más terminar la puja.
Se desconoce la identidad tanto del comprador como del vendedor.
El cuadro no sólo pulverizó el anterior récord de la mexicana, sino que también se quedó a una gran distancia del previo máximo histórico en subasta de un artista latinoamericano, que sustentaba precisamente su marido, Diego Rivera, con el cuadro «Los Rivales», que fue vendido por Christie’s en 2018.
Además, «Diego y yo» ya hizo historia la última vez que salió a subasta, en 1990, al venderse por 1,4 millones de dólares, lo que supuso la primera vez que se superó en una puja el millón de dólares por una obra de un artista latinoamericano.
Antes de la venta, Sotheby’s ya estimaba que se vendería por entre 30 y 50 millones de dólares, no solo por el nivel artístico del cuadro, sino también por el momento de la venta, cuando las obras de mujeres artistas del siglo XX se están revalorizando, y cuando se está mostrando un profundo interés hacia artistas latinoamericanos surrealistas.
«Es una combinación de factores, es como la tormenta perfecta», dijo a EFE la directora de Arte Latinoamericano de Sotheby’s, Anna Di Stasi.
Por: Agencia