En tiempos normales, las nuevas tendencias en el diseño y decoración de interiores aparecen simplemente porque es hora de probar algo distinto. Tras algunos años de colores brillantes, los dueños de las casas empiezan a pintarlas de gris. Después del minimalismo resurge el hambre por los objetos grandes.
Pero hace precisamente un año comenzó un experimento cultural que cambió nuestras relaciones con la vivienda —sea casa o departamento— en todo el mundo, porque de repente empezamos a pasar todo el tiempo entre esas paredes.
En una enorme medida, la vida pública —el trabajo, la escuela, el ejercicio, la cena, los encuentros (virtuales)— pasó al interior de la casa, al menos para los que tenían esa posibilidad.
Los arquitectos y diseñadores dicen que después de 12 meses de encierro en diversos grados, la gente empieza a descubrir qué funciona y qué no en sus casas y a modificarlo con mayor audacia. Comprende cómo aprovechar mejor sus espacios.
“De la frustración nacen grandes ideas”, dice Lisa Cini, fundadora y presidenta del Mosaic Design Studio.
Algunas tendencias:
Reutilización de habitaciones
Amhad Freeman, fundador de Amhad Freeman Interiors con sede en Nashville, Tennessee, dice que los clientes tienen tiempo para pensar en serio sobre la manera de aprovechar una habitación.
Últimamente ayudó a convertir una habitación de planta alta en un espacio de usos múltiples donde los chicos “pueden saltar sin miedo sobre los muebles”. El cuarto tiene escritorios para las lecciones, pero “ahora es un salón donde pueden hacer muchas cosas distintas, no sólo concentrarse en la computadora”.
Otro cliente contrató a Freeman para rediseñar una oficina en desuso y convertirla en un salón de cocteles.
Hafsa Burt, fundadora de hb+a Architects en California, ha convertido garajes en gimnasios y espacios de almacenamiento en oficinas o salas de juegos.
Cini ayudó a una familia en Florida a transformar su garaje en un verdadero casino con pantallas LCD, pistas iluminadas y una hilera de sillas para jugar con la distancia segura entre ellas. Con las puertas abiertas y una puerta de tela metálica añadida, tienen suficiente espacio y circulación del aire para invitar a sus amistades.
Búsqueda de un espacio propio
Las viviendas con espacios abiertos y “grandes habitaciones” adquirieron popularidad en las últimas décadas como lugares de reunión, pero esa preferencia por los espacios abiertos aparentemente empieza a disminuir.
Ahora que familias enteras asisten juntas al trabajo y la escuela en casa (lo que en cierta medida podría prolongarse por varios años), “uno necesita el tipo de límites que le permiten apartarse”, dice Cini.
Una vivienda dividida en espacios separados “ayuda a la familia a descentralizarse y no estar apilados unos encima de otros”, añade. Esto es aún más importante cuando parientes ancianos vienen a vivir.
Como experta en viviendas multigeneracionales, Cini recibe “llamadas constantes” de personas que quieren recibir a un familiar mayor en la casa.
Una manera de hacerlo, dice Burt, es construir una unidad habitacional adicional en el jardín trasero, pequeñas viviendas que dan a los miembros de la familia extendida sus propios espacios y a la vez mantienen la facilidad de acceso de unos a otros.
Aire fresco, comida fresca
En los espacios comerciales, la calidad del aire ha sido de importancia prioritaria desde el inicio de la pandemia. También adquiere importancia en la casa, junto con la calidad del agua, dice Burt: en la exposición anual de la industria de la cocina y el baño los panelistas mencionaron el interés creciente por incorporar sistemas de purificación de agua en las cocinas.
La gente cocina más que antes, dice Freeman, y muchos de sus clientes utilizan el dinero que no gastan en viajes y restaurantes para invertir en la renovación de la cocina.
“Los presupuestos para cocinas se han duplicado”, dice. Los clientes cambian sus estufas de 80 centímetros (30 pulgadas) por modelos del doble de tamaño y agregan lujos como espacios para café.
Consumo consciente
Los que trabajan o van a la escuela desde casa y dependen de artefactos que funcionan con wifi están descubriendo que consumen más electricidad, de manera que la eficiencia en el consumo energético adquiere prioridad.
“Lo que ven en la cuenta de electricidad hace actuar a la gente”, dice Burt.
El agregado de aislantes y el cambio de electrodomésticos ineficientes ahorra dinero y además ayuda al ambiente, dice: “la gente examina sus propios hábitos y se pregunta cómo contribuyen al bien del planeta”.
Más allá de eso, ahora que sobra el tiempo para hurgar en rincones y roperos, estamos retirando cosas que no necesitamos y poniendo más cuidado en pensar sobre lo que queremos poseer.
Estamos llenando conscientemente nuestros hogares con cosas que nos hacen felices, dice Freeman. En lugar de apresurarse a decorar, sus clientes “quieren tomarse el tiempo para comprar cosas hermosas, bien hechas”.
Van a pasar mucho tiempo contemplando lo que hay a su alrededor, dice, por eso “quieren poder apreciar esos muebles”.
Por Agencia