miércoles, diciembre 25

UE estudia sanciones contra Bielorrusia por el “secuestro” de un vuelo

No debemos esperar milagros de EEUU: la UE debe aprender a hablar el  lenguaje del poder

 

La detención este domingo de un periodista en Bielorrusia, después de que las autoridades del país forzaran a que el avión en que el que viajaba aterrizase de emergencia en Minsk, ha subido unos grados más la temperatura en las ya calientes y turbulentas relaciones entre la Unión Europea y su vecino del Este. “El comportamiento escandaloso e ilegal del régimen de Bielorrusia tendrá consecuencias”, reaccionó ayer Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, que calificó la operación de “secuestro” de un avión y pidió la liberación del detenido “inmediatamente”.

El vuelo de la compañía irlandesa Ryanair en el que viajaba el disidente bielorruso Roman Protasevich, que gestionó durante meses un conocido canal de Telegram, cuyas publicaciones e información sobre las protestas le han convertido en un objetivo del Gobierno de Aleksandr Lukashenko, cubría un trayecto entre Grecia y Lituania, dos países del bloque comunitario; las autoridades de Bielorrusia le ordenaron detenerse alegando una amenaza de bomba a bordo y aterrizar cuando sobrevolaba el espacio aéreo de este país.

La fiscalía de Lituania, país donde había recibido asilo político Protasevich y destino del vuelo ha abierto una investigación preliminar de lo ocurrido. El domingo por la noche, a la llegada de la aeronave a Vilna, la primera ministra Lituana esperaba a los pasajeros para recibirles y explicarles que habría una investigación sobre el “intolerable” suceso. La policía ha empezado a interrogar ya a los viajeros que volaban con Protasevich y su novia, Sofia Sepiga, ciudadana rusa, que también fue detenida en Minsk, según la oposición. La fiscalía general de Polonia también ha abierto una investigación sobre el aterrizaje forzoso. El avión estaba registrado en ese país del Este, por lo que el caso, ha explicado el viceministro de Exteriores polaco, Pawel Jablonski, se podría enmarcar dentro de su jurisdicción. “Esperamos que la reacción de la Unión Europea sea fuerte e inmediata”, ha recalcado Jablonski a la agencia Reuters.

El debate sobre cómo reaccionar frente a Minsk se ha colado en lo más alto de la agenda de la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno que comienza este lunes a media tarde en Bruselas, envenenando también otro de los puntos que las capitales ya tenían previsto discutir: las relaciones con Rusia. Josep Borrell, alto representante para la política exterior de la UE ha denunciado el nuevo intento de las autoridades bielorrusas de silenciar las voces de la oposición. “Debe llevarse a cabo una investigación internacional sobre este incidente para determinar cualquier infracción de las normas internacionales de aviación”, ha reclamado Borrell este lunes a través de un comunicado. “Esta situación se planteará en la próxima reunión del Consejo Europeo”, añadió el jefe de la diplomacia. “La UE estudiará las consecuencias de esta acción, incluida la adopción de medidas contra los responsables”.

Sobre la mesa está la opción de tomar medidas tradicionales, como sancionar a personas concretas ligadas al caso. En la actualidad ya hay 88 funcionarios y miembros del régimen de Lukashenko en esa lista, a los que se les ha privado de viajar a través de territorio europeo y congelado todos sus activos financieros en la UE, y otras siete entidades sancionadas, según fuentes comunitarias. La UE también baraja dar algún paso más, como prohibir que los vuelos de la compañía Belavia aterricen en aeropuertos de la UE, tal y como ha reclamado el primer ministro belga, Alexander de Croo. O incluso blindar todo tránsito aéreo con Bielorrusia.

Por Agencia