Un cañoneo ruso mató al menos a 10 civiles ucranianos e hirió a otros 20 en un día, informó el viernes la oficina del presidente ucraniano mientras el país se esforzaba por superar una ola anterior de ataques con misiles y drones.
Las bajas más recientes incluyeron las de dos civiles en la ciudad sureña de Jersón, retomada por las tropas ucranianas en noviembre, y otros dos en la provincia oriental de Donetsk. Los misiles y drones autopropulsados que lanzaron las fuerzas rusas el jueves penetraron más profundamente en territorio ucraniano, donde mataron al menos a 11 personas.
Los ataques rusos se produjeron luego de anuncios de Estados Unidos y Alemania de sus planes de enviar tanques poderosos para ayudar a Ucrania a defenderse. Otros países occidentales dijeron que también enviarán tanques modernos.
Moscú, furioso por los anuncios, ha acusado a los países occidentales de elevar el enfrentamiento con Rusia a nuevos niveles.
El gobernador de la región de Donetsk, Pavlo Kyrylenko, dijo que las fuerzas rusas utilizaron municiones con fósforo al cañonear la aldea de Zvanivka. Esta se encuentra 20 kilómetros al norte de Bakhmut, que ha sido objeto de una cruenta batalla de meses. Los disparos también dañaron edificios residenciales y dos escuelas en la población vecina de Vuhledar, dijo Kyrylenko.
El gobernador de la región de Luhansk, Serhii Haidai, dijo que los cañones ucranianos alcanzaron dos bases rusas en las ciudades ocupadas de Kreminna y Rubizhne, donde mataron o hirieron a “decenas” de soldados rusos. No se pudo verificar esta información de manera independiente.
Más al sur, las fuerzas rusas reanudaron el cañoneo de la población de Nikopol, al otro lado del río Dniéper de la planta nuclear de Zaporiyia, con daño para edificios residenciales, gasoductos, conexiones eléctricas y una panadería, dijeron las autoridades. Zaporiyia está en poder de los rusos.
Por otra parte, las autoridades rusas tomaron nuevas medidas hacia la incorporación de cuatro provincias ucranianas al vasto territorio ruso. Dijeron que estas provincias anexadas ilegalmente pasarían del huso horario de Kiev al de Moscú.
El plan occidental de enviar tanques modernos a Ucrania suscitó reacciones variadas el viernes.
El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, dijo a la emisora canadiense CTV que su país estaba preparado para enviar 60 tanques, la mitad de ellos del modelo PT-91, una versión modernizada por Polonia del T-72M1 de la era soviética. Además, enviaría 14 tanques Leopard 2 después que Berlín aprobó el envío de los tanques de fabricación alemana a Ucrania.
La vocera de la cancillería rusa, Maria Zajarova, advirtió que el envío de tanques occidentales a Ucrania no modificaría la situación a favor de Kiev, sino que llevaría “a los países occidentales a un nuevo nivel de enfrentamiento con nuestro país y nuestro pueblo”.
Por: Agencia