Mariúpol «ya no existe«. Así de categórico ha sido este lunes el ministro de Exteriores de Ucrania, Dimitro Kuleba, tras los enormes daños materiales causados por los ataques rusos, y resaltando que la situación en la ciudad es «dura a nivel militar» y «descorazonadora«.
En esa misma ciudad, combatientes ucranianos cercados en la planta siderúrgica Azvovstal, considerada el último foco de resistencia frente al Ejército del Kremlin, ignoraron el ultimátum de Putin «rendirse o morir«.
Ucrania rechazó de plano este domingo la exigencia de rendición de los militares que aún mantiene en Mariúpol, a los que el Ejército ruso prometió preservarles la vida a cambio de que depongan las armas.
«La ciudad no ha caído. Todavía están nuestros soldados y lucharán hasta el final«, afirmó el primer ministro ucraniano, Denis Shmyhal. El mando militar ruso, por su parte, aseguró que el Gobierno de Kiev ha prohibido a sus militares rendirse bajo pena de fusilamiento.
Ucrania rechazó de plano este domingo la exigencia de rendición de los militares que aún mantiene en Mariúpol, a los que el Ejército ruso prometió preservarles la vida a cambio de que depongan las armas. «La ciudad no ha caído. Todavía están nuestros soldados y lucharán hasta el final«, afirmó el primer ministro ucraniano, Denis Shmyhal. El mando militar ruso, por su parte, aseguró que el Gobierno de Kiev ha prohibido a sus militares rendirse bajo pena de fusilamiento.
Por: Agencia