Consciente y bien persuadido que un día viene tras otro y que, quiéralo o no, tendrá que someterse al veredicto del pueblo venezolano, Nicolás Maduro ya no consigue a qué subterfugio apelar para tratar de confundir a la nación . Hace unos dos meses amenazó con un adelanto de elecciones antes de la fecha establecida por la Constitución (2024) conociendo perfectamente, hecho público y notorio, que la plataforma Democrática ya se pronunció ante el país y anunció elecciones primarias de la oposición para el año entrante y seleccionar el candidato presidencial de las grandes mayorías que rechazan a este disoluto y corrompido régimen.
Lo hizo sabiendo que estaba violando preceptos constitucionales porque él no tiene entidad alguna para decidir sobre un asunto que es competencia exclusiva del Consejo Nacional Electoral , desde donde, por cierto, ya le salieron al paso y le aclararon que las elecciones se realizarán en la fecha que pauta la constitución . Maduro quiso escoger el candidato de la oposición en un acto con su Partido Comunista Unido de Venezuela en el cual habló hasta por los codos , y de todo. Retó a Henrique Capriles a sostener un debate con él de cara a las elecciones.
En esa absurda e indecente propuesta no hay otra intención que la de escoger el mismo al candidato de la oposición a destiempo. Y este cronista le propone a Nicolás que rete a Henry Ramos Allup, Secretario General legítimo de la Acción Democrática asaltada por su régimen, o a su candidato a las primarias, Carlos Prosperi. No lo hará porque sabe que Henry Ramos sí le mete las cabras en el corral y lo deja muy mal parado ante el país. Allí lanzó esta perla: «Nuestra revolución es una revolución popular, constitucionalista, democrática, radical, socialista, bolivariana y profundamente chavista, hoy más que nunca». Resulta que no es popular porque si alguien sufre las consecuencias de este bodrio que llaman revolución es la gran mayoría del pueblo venezolano.
No es Democrática ni constitucionalista porque su régimen ha violado a su antojo la Constitución y se la han metido por el bolsillo de atrás ( Chávez dixit) y ha violado elementales derechos humanos, delito por el cual se le sigue causa en La Haya. No es socialista. Es comunista porque sigue los principios del régimen que lideró Fidel Castro en Cuba. Mucho menos es Bolivariana porque Bolívar era profundamente democrático y lo demostró ante el Congreso de Angostura cuando se despojó de todo el poder militar que tenía para pasarlo a los civiles. Este de Maduro, es un gobierno militar porque mandan los hombres de los cuarteles. Si no, pregúntenle al Ministro Padrino Lopez que lleva más de 8 años como Ministro de Defensa y el 75 por ciento de los altos cargos de la adminstracion pública y hasta de representación popular obtenidos por el régimen en elecciones fraudulentas, son ocupados por militares.
En lo único que tiene razón Nicolás es que es una revolución radical porque ha impuesto los cambios drásticos en la estructura política y económica de la nación y no precisamente para mejorar las condiciones sociales de la población. Su régimen demuestra una actitud extremada e intransigente que no admite términos medios.
De tal manera, Nicolás, que espera que pasen los días, que serán más sufrimiento para el pueblo, pero el que espera lo mucho, espera lo poco, hasta el momento anhelado de las elecciones cuando acudamos en masa, en romería, para sacarte a punta de votos democráticos de Miraflores con un candidato surgido de la voluntad popular y Venezuela vuelva a ser un país gobernado por gente civilizada y democrática que reencuentre el camino del progreso y el desarrollo destruido por tu régimen. Post Data:. Nicolás, habló también de la defensa del territorio Esequibo que se discutió recientemente en la Corte Internacional de La Haya.
Es la defensa que no hizo cuando fue Canciller de Hugo Chávez quien prácticamente regaló a Guyana nuestros legítimos derechos sobre esa inmensa faja de 150 mil kilómetros cuadrados cuando en febrero de 2004 Hugo Chávez viaja a Guyana en visita oficial y allá declara que «el Gobierno venezolano no será un obstáculo para cualquier proyecto a ser conducido en el Esequibo, y cuyo propósito sea beneficiar a los habitantes del área». Se trata de un territorio rico en yacimientos minerales y materiales estratégicos, y que ha puesto en peligro este régimen.
Por Emiro Albornoz León