El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pidió el miércoles encarcelar al alcalde de Chicago y al gobernador de Illinois, ambos demócratas, mientras su administración se prepara para desplegar tropas militares en las calles de la tercera ciudad más grande de Estados Unidos.
Ni el alcalde de Chicago, Brandon Johnson, ni el gobernador de Illinois, JB Pritzker, han sido acusados de irregularidades criminales, aunque ambos han surgido como oponentes prominentes de la ofensiva inmigratoria de Trump y el despliegue de tropas de la Guardia Nacional en ciudades de tendencia demócrata.
El pedido de Trump de encarcelar a los dos funcionarios electos ocurre mientras otro rival político de alto perfil, el exdirector del FBI James Comey, debía comparecer ante el tribunal para enfrentar cargos criminales que han sido ampliamente criticados por ser endebles, detalla Reuters.
Trump ha pedido con frecuencia encarcelar a sus oponentes desde que entró en la política en 2015, pero Comey es el primero en enfrentar un proceso judicial.
En su plataforma de redes sociales, Trump acusó a Johnson y Pritzker de no proteger a los funcionarios de inmigración que han estado operando en Chicago.
«¡El alcalde de Chicago debería estar en la cárcel por no proteger a los agentes de ICE! ¡Y el gobernador Pritzker también!», escribió Trump, refiriéndose al personal del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos.
Johnson firmó el lunes una orden ejecutiva que crea una «Zona Libre de ICE» que prohíbe a los agentes federales de inmigración utilizar propiedad de la ciudad en sus operaciones.
«Esta no es la primera vez que Trump intenta arrestar injustamente a un hombre negro. No me voy a ir a ningún lado», dijo en las redes sociales.
Pritzker, posible candidato presidencial demócrata para 2028, también afirmó que no cederá. «Trump ahora exige el arresto de los representantes electos que controlan su poder. ¿Qué más queda en el camino hacia el autoritarismo total?»
Trump ha prometido aprovechar el poder del gobierno federal para atacar a sus enemigos. Además de Comey, su Departamento de Justicia investiga a varios otros críticos de alto perfil. Todos han negado haber actuado mal, y se espera que Comey se declare inocente de los cargos de mentir al Congreso.
Cientos de soldados de la Guardia Nacional de Texas se han reunido en una instalación del Ejército a las afueras de Chicago, a pesar de las objeciones de Pritzker, Johnson y otros líderes demócratas del estado. Trump ha amenazado con desplegar tropas en más ciudades estadounidenses, que, según afirmó la semana pasada, podrían servir como «campos de entrenamiento» para las fuerzas armadas.
Una encuesta de Reuters / Ipsos publicada el miércoles encontró que la mayoría de los estadounidenses se oponen al despliegue de tropas sin una amenaza externa.
Tropas en Chicago
Trump ha ordenado el envío de tropas de la Guardia Nacional a Chicago y Portland, Oregón, tras sus despliegues anteriores en Los Ángeles y Washington, D.C. En cada caso, ha desafiado la férrea oposición de los alcaldes y gobernadores demócratas, que dicen que las afirmaciones de Trump sobre anarquía y violencia no reflejan la realidad.
«Mi objetivo es muy simple: ¡PARAR EL CRIMEN EN ESTADOS UNIDOS!», escribió en sus redes sociales.
Los delitos violentos han ido disminuyendo en muchas ciudades de Estados Unidos desde el pico de la era del COVID, y hasta ahora las tropas de la Guardia Nacional se han utilizado en gran medida para proteger instalaciones federales, no para combatir el crimen callejero.
Las protestas contra las políticas migratorias de Trump en Chicago y Portland fueron mayoritariamente pacíficas y de tamaño limitado, según funcionarios locales, condiciones muy distintas a las descritas por funcionarios de la administración Trump. Se programaron varias protestas para el miércoles.
«Lo que estamos viviendo ahora mismo es literalmente terrorismo interno en Chicago», dijo Todd Blanche, el segundo funcionario de mayor rango del Departamento de Justicia, en Fox News.
Pritzker ha acusado a Trump de intentar fomentar la violencia para justificar una mayor militarización, y su estado ha interpuesto una demanda para detener el despliegue. El lunes, un juez federal autorizó el despliegue por el momento. Otro juez federal ha bloqueado el despliegue en Portland.
Trump ha amenazado con invocar una ley antiinsurrección para eludir cualquier orden judicial que lo bloquee, ley que fue invocada por última vez durante los disturbios de Los Ángeles en 1992.
Por: Agencias / Foto: Cortesía