jueves, junio 27

Trinidad y Tobago continúa en “negociaciones sustantivas” con Venezuela sobre proyecto de gas

Trinidad y Tobago sostuvieron conversaciones sustantivas con Venezuela sobre el desarrollo del prometedor campo de gas en alta mar Dragon luego de la autorización de Estados Unidos para comenzar el proyecto estancado durante mucho tiempo, indicó el jueves a Reuters el ministro de Energía, Stuart Young.

Young planea una tercera visita este mes a Caracas para hablar con el ministro de Energía de Venezuela, Tareck El Aissami, y Pedro Rafael Tellechea, presidente de la petrolera estatal venezolana PDVSA, indicó.

En enero, Estados Unidos dio luz verde al proyecto después de largas apelaciones de Trinidad y algunos vecinos del Caribe. La autorización de dos años a Trinidad se encuentra entre varias de la administración del presidente Joe Biden que alivió algunas sanciones a Venezuela.

Dragon contiene hasta 4,2 billones de pies cúbicos de gas natural. Trinidad necesita el combustible para impulsar sus industrias de gas natural licuado (GNL) y petroquímica. Una parte de las instalaciones de exportación de Atlantic LNG del país estuvo inactiva debido a la falta de gas.

Los dos países tienen «una relación de respeto», detalló Young. Habían progresado en el desarrollo del campo hasta 2018, lo que condujo a un acuerdo comercial con el objetivo de llevar el suministro de gas a Trinidad en 2020. Pero las sanciones de EEUU detuvieron el esfuerzo.
Si las negociaciones van bien, el gas técnicamente podría comenzar a fluir en dos años, señaló.

Shell es un socio en el desarrollo junto con la Compañía Nacional de Gas de Trinidad, PDVSA y PDVSA Gas, añadió. El papel de Shell fue autorizado por Washington, cuya aprobación estaba condicionada a que no hiciera pagos en efectivo a Venezuela.

También se espera que el gobierno y las empresas que participan en el proyecto Atlantic LNG suscriban el próximo mes un acuerdo definitivo para reestructurar su propiedad, aseguró el ministro.

Dragon, que se encuentra cerca de la frontera marítima de las dos naciones, es propiedad de PDVSA, que descubrió las reservas y construyó la infraestructura del campo. Su desarrollo se ha estancado durante más de una década por falta de inversión y sanciones.

«La licencia en este momento es solo para Dragon, pero hay mucho combustible allí. Daremos un paso a la vez», expuspo Young en una entrevista al margen de la conferencia CERAWeek.

Nuevos bloques, nuevos socios

«No estamos poniendo todos nuestros huevos en una sola canasta», destacó Young cuando se le preguntó sobre las posibles alternativas en caso de que las importaciones de gas desde Venezuela se retrasen, como ha sucedido antes.

La nación caribeña está considerando dos proyectos emblemáticos de gas en alta mar, Calypso de Woodside Energy y Manatee de Shell, como posibles alimentadores de su instalación de Atlantic LNG, pero podrían pasar años antes de que inauguren la producción.

La directora ejecutiva de Woodside, Meg O’Neill, dijo a Reuters esta semana que su proyecto de gas Calypso frente a la costa de Trinidad se encuentra en sus etapas iniciales y que no se espera una decisión final de inversión este año.

Trinidad también avanza con subastas para asegurar la participación de empresas de petróleo y gas en tierra y mar adentro.

Luego de una subasta en aguas profundas en la que un consorcio que incluía a BP y Shell presentó ofertas por cuatro bloques, el gobierno está negociando términos comerciales y operativos con ellos mientras prepara el lanzamiento de una ronda en aguas poco profundas este mes. También está evaluando 16 ofertas recibidas durante una subasta en tierra separada.

«Entiendo que aguas profundas es una provincia nueva para Trinidad. Debemos ser capaces de pensar fuera de la caja», acotó.

Por: Agencias / Foto: Cortesía

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