Hombres armados aún sin identificar mataron el domingo al menos a tres personas y secuestraron a decenas de feligreses en una iglesia bautista y otra católica de la localidad de Rubu, en el norte de Nigeria, anunciaron hoy las autoridades locales.
«Según el informe (de las agencias de seguridad), los bandidos asaltaron las aldeas en motocicletas, empezando desde (la localidad de) Ungwan Fada», señaló Samuel Aruwan, el comisionado estatal de seguridad y asuntos internos del estado de Kaduna, donde se produjo este incidente, reseñó EFE.
Además de los fallecidos, al menos dos personas resultaron heridas, indicó Aruwan en un comunicado.
«Los bandidos saquearon tiendas y se llevaron algunos objetos de valor de los aldeanos», añadió el comisionado.
Aunque las autoridades nigerianas aún no han confirmado el número de personas secuestradas durante el incidente, el vicepresidente de la Asociación Cristiana de Nigeria (CAN), Chris Annger, indicó que los atacantes se «llevaron» al menos a 33 «feligreses».
Tres muertos y unos 33 secuestrados
«Condenamos esto en los términos más enérgicos. Los ataques contra las iglesias son cada vez más indignantes y pedimos a las agencias encargadas de proteger a los nigerianos que cumplan con sus responsabilidades», exigió Annger en declaraciones recogidas por los medios locales.
«Hacemos un llamamiento a todos los nigerianos para que apoyen a las víctimas de estos ataques», añadió Annger.
Por su parte, Aruwan aseguró que las fuerzas de seguridad nigerianas están «realizando patrullas en el área, a medida que avanzan las investigaciones».
Al menos 40 personas murieron el pasado 6 de junio en un ataque contra una iglesia católica de Ondo (suroeste), según informó el gobernador de ese estado, Oluwarotimi Akeredolu.
En ese ataque lamentado por el papa Francisco-, «los pistoleros (…) invadieron la iglesia con armas y materiales sospechosos de ser explosivos», explicó en un comunicado Olumuyiwa Adejobi, portavoz de la Policía.
Según medios locales, gran parte de la víctimas fueron niños y mujeres.
Los estados del centro y noroeste del Nigeria sufren ataques incesantes por parte de «bandidos» término usado en el país para nombrar a las bandas criminales que cometen este tipo de asaltos- y secuestros masivos para obtener lucrativos rescates.
La violencia continúa a pesar de las reiteradas promesas del presidente nigeriano de acabar con el problema y del despliegue de fuerzas de seguridad adicionales en la zona.
A esta inseguridad se suma la ocasionada desde 2009 por la actividad del grupo yihadista Boko Haram en el noreste y, desde 2016, de su escisión, el Estado Islámico en la Provincia de África Occidental (ISWAP, por sus siglas inglés).
Por Agencia