Grupos de operarios subidos en varias grúas observan detenidamente los muros centenarios de una de las esclusas del Canal de Panamá, mientras un buque mercante hace sonar su aguda sirena.
En medio de una gigantesca zanja vacía de agua, los trabajadores apuran las labores de mantenimiento en una de las cámaras o carriles de la esclusa de Pedro Miguel, cerca del Pacífico.
Entre los altos muros de concreto, compuertas enormes, charcos y el sonido de una bomba de agua, los obreros aprovechan que el tránsito ha sido paralizado en esta área para remozar unas instalaciones que tienen más de un siglo de antigüedad.
La vía interoceánica, de 80 kilómetros, fue inaugurada por Estados Unidos en 1914. Desde entonces, más de un millón de embarcaciones han transitado por sus aguas para pasar del Océano Pacífico al Atlántico o viceversa.
«Estas esclusas del Canal de Panamá tienen más de 100 años en operación y nuestro plan de mantenimiento está definido para extender su vida y tener esclusas por 100 años más», señala a la AFP Miguel Lorenzo, vicepresidente de Infraestructuras e Ingeniería de la vía interoceánica.
Sellar grietas
En el Canal de Panamá el agua de lluvia es la fuente de energía encargada de mover los barcos por las esclusas, que funcionan como ascensores elevando los buques hasta 26 metros sobre el nivel del mar para que puedan atravesar la cordillera continental del istmo.
Las esclusas de Pedro Miguel tienen dos cámaras, una especie de carriles por los que pasa una treintena de embarcaciones a diario.
Pese a las obras, previstas con antelación, el tráfico por el Canal no se ve afectado, Solo se ha interrumpido el paso de buques por la cámara oeste, por lo que el petrolero Uog Phoenix cruza por la cámara este tocando su sirena rumbo al Caribe.
Los trabajos en esta cámara, con un presupuesto de 2,5 millones de dólares, durarán según el plan una semana, hasta el 16 de mayo.
En este período de tiempo, más de 400 personas revisan válvulas, muros de unos 20 metros de altura y las alcantarillas por donde entra el agua para subir y bajar los barcos.
La última vez que esta cámara, de 304 metros de largo y 33,5 metros de ancho, tuvo trabajos de mantenimiento fue en 2015. El Canal tiene cinco juegos de esclusas, con 18 cámaras.
«La intención es secar la cámara y tener acceso a todos los componentes y equipos eléctricos» para rehabilitarlos y «extenderle su vida» operativa, dice Lorenzo.
Además, «cuando secamos la cámara es la única oportunidad que tenemos para poder ver los muros de concreto y sellar cualquier fisura, grieta o daño que pudiera existir», añade.
Dos compuertas de 700 toneladas cada una han sido previamente desinstaladas y llevadas al taller para reconstruir el acero, cambiar cauchos y sellos y volverla a pintar, después de 37 años.
«Ahora que estamos un poquito con problemas de sequía es muy importante que nosotros tengamos esas válvulas en buenas condiciones para cuidar el agua», afirma a la AFP Wilfredo Yau, responsable del programa de mantenimiento en la esclusa de Pedro Miguel.
«Es como cuando tienes el grifo de la casa, si el grifo está goteando se ajusta para que no siga botando, algo similar, pero en mayor escala» se hace en el Canal, añade.
«Buen estado de salud»
Por el Canal de Panamá pasa el seis por ciento del comercio marítimo mundial, principalmente de Estados Unidos, China y japón.
En el año fiscal 2022, más de 14 mil embarcaciones con 518 millones de toneladas de carga cruzaron la vía, que dejó al tesoro panameño ganancias por dos mil 500 millones de dólares.
Sin embargo, la escasez de lluvias ha obligado al Canal a reducir el calado de los buques, en medio de una crisis por el abastecimiento de agua que amenaza el futuro de esta vital ruta marítima.
Según las autoridades, el Canal invierte más de 400 millones de dólares anuales en diferentes proyectos de mantenimiento.
«Nosotros estamos muy confiados en que tenemos un canal muy bien mantenido y en un muy buen estado de salud. El Canal fue diseñado como una estructura muy robusta, lo cual nos ha permitido extenderle su vida a través de programas de mantenimiento», afirma Lorenzo.
Según los directivos canaleros, cada cámara de las esclusas es rehabilitada cada lustro, aunque las 82 compuertas centenarias que hay en la vía deben esperar mucho más tiempo, entre 25 y 30 años.
«Este Canal ya tiene más de 100 años, pero todos estos trabajos de mantenimiento que hacemos son para que siga teniendo por lo menos 100 años más, esa es nuestra aspiración para que siga operando para beneficio del comercio mundial y para beneficio de nosotros», concluye Yau.
Por: Agencias / Foto: Cortesía