Trabajadores de diversos sectores adscritos al sector público en el Zulia, se unieron este 23 de enero para exigir con fuerza la implantación, por parte del Gobierno nacional, de un salario digno que cubra los costos de las necesidades básicas de alimentación, vestimenta y recreación, dado que el actual “es muy mísero”.
Así lo hicieron saber durante el recorrido de la marcha que partió desde la Plazoleta de la Basílica de la Chiquinquirá y culminó en la Plaza Bolívar, donde los dirigentes de dichos sectores conminaron a mantener la lucha en la calle para lograr los objetivos.
Personal activo y jubilado del magisterio, de la salud, así como de empresas de servicios públicos, entre otros, salieron con pancartas a expresar la aspiración de mejores ingresos por el trabajo prestado.
Desde que el reinicio de actividades escolares los maestros se han mantenido en la calle para pedir al gobierno ejecutar reformas salariales que los beneficien ante el deterioro de sus ingresos por la devalución del bolívar digital ante el dólar.
Esta situación inflacionaria ha pegado con más fuerza en todos los dependientes de un salario público que aprovecharon el marco de la fecha del 23 de enero para reclamar mejoras en cuantos a sus ingresos por servicios prestados.
Situación particular
Entre los participantes se encontraban miembros de la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) que mostraron la posición que tienen dentro de la empresa.
Allí se expresó Serbio Hernán Gudiño Silva, quien se identificó como trabajador de base de la corporación en donde ha estado durante los últimos 12 años.
El vocero de sus compañeros indicó que salen a la calle con la premisa de alcanzar un salario digno.
Aseguró que un trabajador de Corpoelec percibe apenas 4 dólares quincenales y se preguntó ¿Quién come con 4 dólares en Venezuela?.
Llamó al Presidente de la República y al ministro Néstor Reverol a sentarse a discutir la contratación colectiva de la corporación que tiene más de 7 años vencida y a la fecha aseguró “no tenemos ningún seguro médico, no tenemos prestaciones sociales solo dependemos del salario mínimo, del salario que la empresa nos otorga que es muy mísero”.
Agregó que muchos subsisten con rifas y ayudas de familiares porque el salario “a nosotros nos da” para cubrir el alto costo de la vida.
Denunció que “lo peor aún, es que, si nos negamos a ir, a faltar un día porque no tenemos para los pasajes, somos perseguidos, somos acorralados”.
Asimismo, expuso que “en cuanto a la dotación estamos mal, tengo un solo uniforme, una sola camisa, un solo pantalón; cuando en tiempos atrás nos daban seis pantalones y seis camisas, dos botas de seguridad, (por lo que) tenemos que pelear para que nos puedan dotar de uniformes”.
Al referirse a las unidades de transporte para atender los reclamos y las averías “tenemos que pelear para que las unidades puedan estar en funcionamiento porque las unidades se encuentran al 50 %, las que están en las calles es porque la mística de los trabajadores las ha mantenido, recogemos, hacemos rifas, cualquier tipo de actividad para buscar recursos para reparar esas unidades”.
Por: Redacción Regionales / Foto: Cortesía