Cientos de trabajadoras sexuales, en su mayoría mexicanas, que laboraban en diversos comercios formales e informales de Tapachula, en el sureño estado mexicano de Chiapas, aprovecharon los éxodos de las caravanas, para acompañarse y migrar más fácilmente a Estados Unidos.
Cristian Gómez, responsable del centro comunitario “Jaime Alberto Montejo Briones” de la organización Brigada Callejera en Tapachula, señaló que en la ciudad tienen un registro de unas 1.500 mujeres trabajadoras sexuales, pero muchas de ellas han optado por migrar con las caravanas por la baja en trabajo, la violencia, los feminicidios y la inseguridad que les rodea, reseñó EFE.
“Muchas de ellas han disminuido en la ciudad porque se ven afectadas por cuestiones de tiempo”, precisó y detalló que debido a que los trámites migratorios son tardados tienen su cita hasta marzo de 2023 “y se desesperan y optan por migrar ilegalmente en las conocidas caravanas”.
Gómez explicó que la gran mayoría de los clientes de las trabajadoras sexuales en su mayoría son mexicanos, lo que ha incidido en que sus ingresos hayan bajado hasta en 30 % del sueldo que tenían normalmente, “por lo que tienen que trabajar más para poder llevar el sustento a sus casas”.
Demetrio Campuzano Sánchez, representante de empresarios del centro de Tapachula, dijo que el sueño americano “arrasó” con muchas personas de todas las nacionalidades que buscan ir a Estados Unidos y dentro de este rubro están también las sexoservidoras quienes trabajan de manera clandestina en la calle.
Esto, dijo, benefició a los comercios. “Antes se veía mucha prostitución, no nada más aquí, sino alrededor del mercado Sebastián Escobar y en los parques públicos. Pero hoy vemos lugares más atractivos y eso provoca que se ahuyente la inseguridad, la maleza y las personas que se dedican a este trabajo (prostitución)”, expresó.
En tanto, Cristian Gómez manifestó que, al no haber muchas mujeres migrantes, ahora el trabajo de las trabajadoras está creciendo de manera acelerada en personas mexicanas en edad adulta, por lo que son raras las jóvenes que están trabajando.
“Es poco el sector joven que está trabajando en las sexoservidoras, pues por la situación de mucha violencia y de inseguridad han intentado trabajar en otros rubros o en su caso migrar a los Estados Unidos “.
Entre los factores que han obligado a que muchas de ellas emigren de Tapachula, están los feminicidios, la inseguridad, la violencia y el cobro de derecho de piso de las “pandillas” a las mujeres que se dedican al trabajo sexual en la frontera sur de México.
“Muchas optaron por dejar este oficio por un tiempo y otras por emigrar a otro lugar donde puedan ejercer su actividad de forma segura, tenemos muchas chicas que trabajan en Tapachula y se fueron a trabajar al municipio de Huixtla donde pueden trabajar de forma segura”, dijo Gómez.
Asimismo, acotó, las mujeres que solían trabajar de noche en el parque central Miguel Hidalgo ya no lo hacen porque los pandilleros que recurren a este lugar para consumir drogas y alcohol las extorsionan.
La región vive un flujo migratorio récord hacia Estados Unidos, cuya Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés) interceptó a más de 1,82 millones de personas en lo que va del año fiscal 2022, que inició en octubre pasado.
En México, el Gobierno ha desplegado a casi 30.000 elementos de las Fuerzas Armadas en las fronteras norte y sur, donde los tres meses pasados interceptaron a 124.300 migrantes, un 115 % más que el mismo periodo anterior.
Por Agencia