jueves, noviembre 7

«Todo colapsó», la campaña de movilización militar lastra a pequeñas empresas rusas

En su nuevo espacio de «coworking» en Cheliabinsk, una ciudad en el centro de Rusia, el empresario Maxim Novikov cuenta los espacios vacíos desde el anuncio de una movilización militar.

Habitualmente el sitio está lleno de diseñadores, programadores y jóvenes rusos que trabajan en sus emprendimientos.

Pero desde que el presidente Vladimir Putin anunció en septiembre la movilización de cientos de miles de jóvenes rusos, Novikov, de 33 años, perdió gran parte de su clientela.

«Muchos dejaron de venir«, contó por teléfono a AFP.

Algunos se incorporaron a las mermadas filas del ejército ruso o figuran entre las decenas de miles de personas que han huido al vecino Kazajistán.

La movilización del Kremlin creó incertidumbre y caos para negocios ya golpeados por las sanciones y afectados por el impacto de la pandemia.

En las últimas tres semanas, poco más de la mitad de los 77 puestos en el sitio de «coworking» de Novikov estaban ocupados.

No sabe si la gente que huyó o fue reclutada seguirá pagando las tarifas de suscripción, que contrataron.

Y ahora está preocupado por sus préstamos.

«La facturación ya cayó más de 40% este año«, indicó Novikov, quien estudió arquitectura.

«Yo quería comprar un tercer espacio, pero de momento no será posible correr ese riesgo«, agregó.

Miedo de invertir

Pero él no es el único empresario en Rusia que se está poniendo nervioso por el vacío en la fuerza laboral.

«Esto significa que hay proyectos están paralizados y que las compañías privadas tendrán miedo de invertir«, comentó Natalia Zuberevich, economista en la Universidad Estatal de Moscú.

La economía rusa se ha visto golpeada este año por sanciones occidentales sin precedentes en respuesta a la decisión de Putin de enviar tropas a Ucrania el 24 de febrero.

Pero Zuberevich señaló que la movilización es un «factor agravante adicional«.

Agregó que no le sorprende que hombres jóvenes de las provincias se unan al ejército, atraídos por los pagos mensuales que a veces son tanto como sus salarios anuales.

Mientras tanto, en el pomposo centro de Moscú, Yelena Irisova, de 45 años, está consternada al ver cómo su empresa de bolsas de cuero de lujo suspendió la producción.

Tenía unos 10 empleados en su pequeño negocio, pero dos de sus artesanos dejaron la empresa en las últimas semanas, uno por miedo a ser movilizado y el otro para ayudarle a su hija, cuyo esposo fue enviado al frente.

«Después del 21 de septiembre, todo colapsó«, lamentó Irisova. «Nuestras ventas cayeron a un tercio, de 10 a tres pedidos diarios«.

Dice que sus ahorros le permitirán continuar «un mes o dos, pero no más«.

Sin pedidos

Ningún negocio ruso ha quedado indemne.

Katerina Iberika, de 39 años, dueña de una pastelería especializada en tortas de cumpleaños, también teme arruinarse.

Sus cinco empleadas están eximidas de la movilización, pero la alicaída moral entre el público es lo que tiene a su negocio en riesgo.

«Las cancelaciones de pedidos para eventos grandes comenzaron dos días antes de la movilización«, declaró Iberika a AFP.

Actualmente dice que casi no recibe pedidos, salvo algunos «muy pequeños«.

Incluso está pensando irse de Rusia.

Cada vez más aislada y golpeada por sanciones y la movilización, la ansiosa sociedad rusa cuida mucho sus gastos.

«La gente está buscando ahorrar algo de dinero«, comentó Sofya Donets, economista jefe para Rusia en Renaissance Capital. «No van a gastar demás«.

Ante ello, empleadores preocupados pidieron al gobierno dar exenciones a la movilización, en especial para empresas pequeñas y medianas.

El ministerio ruso de desarrollo económico dijo a AFP que elaboró una lista de medidas para enfrentar la situación, y otorgó donaciones y microcréditos.

«Un empresario movilizado podrá suspender el cumplimiento de sus obligaciones» de pagar sus préstamos, indicó el ministerio.

La analista Donets espera «más intervención y ayuda estatal» para aplacar los efectos de la movilización.

Especialmente porque las arcas rusas continúan llenándose gracias a sus exportaciones energéticas.

Por: Agencia