Cuando nos metemos en las redes sociales o en alguna aplicación tenemos la opción de aceptar una extensa lista de condiciones que le impone el proveedor del servicio al vulnerable usuario. Yo no las leo y creo que nadie Lee tantas letras casi invisibles. Les recomiendo el documental tocayo del título de este artículo, dirigido por Cullen Hoback (2013) y dónde el creador de Facebook, Mark Zuckerberg tiene un rol protagónico.
En mi condición de pelábola insigne y mal pobre de raza sigo ofreciendo modernizar los términos y condiciones de uso de lo que es mejor llamar usuarios antes que esa obsolescencia social llamada pueblo.
Mi propuesta colaboracionista modestamente genial e innovadora consiste en darle un carácter legal a la aceptación de cualquier disparate que se proponga el sector oficial, siempre dispuesto a superarse a sí mismo.
Con el intercambio de algún bodegón cinco estrellas regentado por algún influencer con por lo mínimo, un plan de conexión de 600 megas.
Mi propuesta consiste en comprometer a los usuarios del Sistema Patria, los pensionados, los empleados públicos, usuarios del carnet de la patria y los beneficiarios de la futura entrega de bolsas CLAP por internet.
Crear unos términos y condiciones de uso que todos van a aceptar sin leer absolutamente. He aquí algunos ejemplos que van a aceptar sin anestesia.
- – Aquí no aceptamos críticas constructivas. El que las haga es persona no grata porque la voz del pueblo nunca se equivoca. Nos reservamos el derecho de admisión de la voz del pueblo por supuesto.
- – Si hacemos este sacrificio por los usuarios y no lo agradecen votando por nosotros lo que son es unos malagradecidos.
- – Usted acepta que todos debemos pensar lo mismo. Es decir lo mismo que nosotros pensamos. Cualquier opinión distinta será considerada un acto criminal de odio con consecuencias legales. Que porque?. Porque nos da la gana.
- – Los usuarios están obligados a agradecer en público y en privado todo lo que hacemos por ellos. Deben decir siempre que todo está mejorando y repetir que aquí si se vive con dignidad. Sonrían que los estamos grabando a todos.
- – A los usuarios les decimos que nuestras excusas para justificar cualquier infortunio de nuestra eficiencia suspendida por reparaciones, están llenas de buenas intenciones para mantener la moral a una altura razonable. Hemos llegado a la conclusión que una excusa por increíble que parezca es mejor que una promesa no cumplida. Así que se la calan.
- – Nuestros usuarios están obligados a cumplir con conductas cívicas como aplaudir cuando llega la luz, echarle la culpa a la guerra económica y a las sanciones de cualquier inconveniente de la vida cotidiana, mantener la sonrisa en cualquier cola por muy larga que sea y repetirse a sí mismo after me. Todo está normal, todo está normal….y así hasta encabezar la cola.
- – Les advertimos a los usuarios que estamos promoviendo gratuitamente cursos de resiliencia, de supervivencia extrema y paciencia, mucha paciencia para forjar el carácter de nuestros usuarios, con mejoramiento constante de las dificultades. Siempre a la orden de nuestros usuarios.
Les aseguro que nadie leerá estos términos y condiciones, pero lo aceptarán sin pataleo alguno.
Se agradece mi carrito con puros productos importados como recompensa a este esfuerzo intelectual lleno de la épica tan escasa en estos tiempos.
Cómo dice un querido amigo mío, dueño de una empresa de fuegos artificiales.
¿Entonces para que estudió uno?
Por: Amos Smith