Sus trajes surrealistas escandalizaron hace casi un siglo y sus ideas inspiran ahora a los iconos del estilo. El desfile de Schiaparelli abre la semana de la alta costura de París, que comenzó el lunes con un espectáculo teatral de esta casa de moda italiana.
El espectáculo, en el que se vieron desmedidos sombreros y joyas, así como provocadores atuendos, se celebró en el Museo de Artes Decorativas de la capital francesa, donde el miércoles se inaugura una exposición dedicada a la diseñadora (1890-1973).
Frente a la papisa de la moda Anna Wintour, la actriz española Rossy de Palma y el diseñador estrella Olivier Rousteing en primera fila, desfilaron mujeres con corsés o vestidos con la espalda descubierta, escotes pronunciados adornados con joyas, tops transparentes o sujetadores que se llevan como elementos visibles de los looks de noche.
«Dejar sin aliento»
La moda ha sido descrita como «tonta» pero también es «provocativa, abrumadora», «puede dejar sin aliento», escribió en la nota del desfile el diseñador estadounidense Daniel Roseberry, nombrado en 2019 y al que Schiaparelli debe su gran éxito.
Elsa Schiaparelli fue la primera diseñadora que mezcló el arte con la moda. Se declaró en quiebra en 1954 en París y se exilió en Estados Unidos, donde murió en 1973. Su casa de moda estuvo inactiva durante 60 años.
Pero en los últimos años, íconos como Beyoncé o Lady Gaga llevaron piezas Schiaparelli para importantes ceremonias, incluyendo la investidura del presidente Joe Biden.
El año pasado, para subir las escalinatas del Festival de Cannes, la modelo Bella Hadid vistió un vestido negro con un enorme escote y el pecho cubierto con un collar dorado en forma de pulmones firmado por la casa italiana.
Estas piezas se exponen en el museo junto a otras diseñadas hace casi un siglo por Elsa Schiaparelli, como el sombrero-zapato creado en colaboración con Salvador Dalí y un icónico vestido langosta que llevó la duquesa de Windsor en 1937.
Vestido con estampado periódico
En 1935, utilizó estampados de papel de periódico. «Es genial, fue Warhol antes de Warhol y John Galliano retomó el mismo principio 60 años después» con un vestido estampado de periódico para Dior en 2001, dice a la AFP Olivier Gabet, director del Museo de Artes Decorativas.
Elsa Schiaparelli fue contemporánea de Gabrielle Chanel, pero es mucho menos conocida.
Los diseñadoras, que se odiaban, «son muy diferentes: Schiaparelli procedía de un entorno muy privilegiado, era una mujer muy culta que formaba parte de la aristocracia romana y cuya cultura visual y literaria le permitía ocupar un lugar muy sorprendente», explica Gabet.
Chanel tuvo que esperar hasta 2020 para tener una retrospectiva en el Palais Galliera, el museo de la moda de París.
Exposiciones como «Pioneras», en el museo del Luxemburgo, sobre el papel primordial de las mujeres en el desarrollo de los grandes movimientos artísticos de la modernidad, forman parte del movimiento fundamental para poner de relieve a las artistas que durante mucho tiempo han sido subestimadas y poco visibles.
«En sus memorias, Schiaparelli habla de los artistas con los que trabajó, diciendo que fue muy emocionante, pero cuando se leen las memorias de Dalí o Man Ray, la mención a Schiaparelli es a menudo muy sugerente, o incluso está ausente», señala Olivier Gabet.
Por: Agencia