Las tiendas de la provincia de Herat han comenzado a cortar la cabeza de los maniquíes después de que el Ministerio de Propagación de la virtud y Prevención del Vicio del Gobierno talibán recomendara a los vendedores implementar la medida por considerarlas figuras en contra de la ley islámica.
“Les dijimos a los comerciantes que si quieren mostrar la ropa en los maniquíes, deben cortarles la cabeza, lo que no creará problemas para exhibir las prendas”, explicó este martes a Efe Shaikh Abdul Aziz, director del Ministerio de Propagación de la virtud y Prevención del Vicio.
De acuerdo con Aziz, solo mutilando las figuras su uso será aceptable, pero “cubrir la cabeza de los maniquíes no será suficiente”, reseñó EFE.
Solo “aconsejamos y sugerimos a los comerciantes que corten las caras de los maniquíes”, añadió el funcionario del régimen talibán, que aclaró que no se ha pedido que se destruyan los maniquíes por completo.
De momento, estas nuevas reglas se han impartido solo entre los comerciantes de Herat, aunque desde la caída de Afganistán en manos de los islamistas el pasado agosto, las figuras femeninas han ido desapareciendo de los aparadores en las tiendas de todo el país.
“En esta etapa, nuestra declaración es solo una recomendación, pero con el paso del tiempo si los comerciantes no consideraron las reglas, lo trataremos en base a nuestras reglas y regulaciones”, explicó.
Las imágenes de vendedores mutilando con sierras las cabezas de las figuras femeninas comenzaron ya a circular en las redes sociales, al tiempo que varios comerciantes confirmaron la implementación de la medida por temor a castigos de los talibanes.
“Recibimos la carta sobre el corte de la cabeza de todos los maniquíes si es hombre o mujer o niño y algunos de los comerciantes ya empezaron a cortar la cabeza de los maniquíes en sus tiendas”, dijo a Efe un vendedor bajo condición de anonimato.
“El maniquí es una cosa normal en todo el mundo y Afganistán, tengo varias tiendas de ropa y alrededor de 50 maniquíes que utilizo en mis tiendas de ropa me costaron alrededor de 80 o 100 dólares cada uno, pero con esta decisión se provocará una pérdida enorme”, dijo otro comerciante.
El Ministerio de Promoción de la virtud y Prevención del Vicio fue una de las instituciones más temidas en el primer gobierno de los talibanes en Afganistán, entre 1996 y 2001, recordado por las duras medidas que recluyeron a las mujeres en casa, prohibieron la reproducción de música, y castigaron con dureza todo lo que se considerara fuera de la ley islámica.
La poderosa institución se extinguió tras la caída del régimen con la invasión estadounidense, y durante los siguientes 20 años era solo un mal recuerdo para los afganos.
El ministerio, sin embargo, fue reinstalado por los talibanes tras su victoria en la guerra, y su nueva sede ocupa ahora lo que durante las últimas dos décadas fue el ahora extinto Ministerio de la Mujer.
Desde su reaparición, los talibanes han recomendado a los taxistas no transportar a mujeres sin velo, y también han prohibido la emisión de películas “inmorales” y eliminado los rostros femeninos de los escaparates.
Por Agencia