Las bodas de Fígaro, con Gustavo Dudamel, llega a las salas de cine
Los protagonistas separados por cuartos, cada uno paralizado ante un objeto que definirá su personalidad durante la obra, mientras un enorme cronómetro se proyecta encima de ellos, como una metáfora sobre el tiempo que se asigna a cada una de sus decisiones, o tal vez sea una referencia a Pierre-Augustin de Beaumarchais, que fue relojero.
El montaje de la británica Netia Jones para Las bodas de Fígaro, que se presentó hasta el 18 de febrero en el Palacio Garnier, en París, dirigido por Gustavo Dudamel, es dinámico y actual, pues procura ser enfático en temas como el acoso, el abuso y los estereotipos de género mientras el escenario se mantiene en constante movimiento con proyecciones de fragmentos del libreto.
Ópera esencial del repertorio de Wolfgang Amadeus Mozart, con Lorenzo Da Ponte...