La miserable esclavitud del estómago
Cuando 50 % de la población vive en pobreza extrema, la esclavitud se hace presente. Depender del Estado para comer es uno de los más viles sometimientos que puede sufrir persona alguna. Es la anulación del individuo para darle paso al animal que lucha diariamente por su supervivencia.
No piensa, no razona, es sólo un depredador que intenta satisfacer sus necesidades elementales para vivir.
Según la Organización de las Naciones Unidas, se considera que una persona vive en pobreza extrema cuando su ingreso diario no supera 1,90 dólares; además, no puede cubrir lo básico como alimentación, agua, acceso a la educación y salud. Este es el caso de Zimbabue y Venezuela, con 50 % y 53,3 %, respectivamente, países separados por 10.834 kilómetros, pero muy cercanos en lo que a condiciones deplo...