La lucha contra la sequía está acabando con las granjas piscícolas en Irak
Rodeado de campos y majestuosas palmeras, Omar Ziad contempla lo que queda de su granja piscícola: tierra árida y agrietada. Frente a una sequía devastadora, las autoridades iraquíes están cerrando estos estanques de crianza de peces para ahorrar agua.
Irak está viviendo su cuarto año consecutivo de sequía extrema, lo que le ha obligado a tomar decisiones para cubrir las necesidades de agua potable y de riego del país.
Para preservar sus reservas, el gobierno está regulando drásticamente ciertos usos, y se ha embarcado en una caza de prácticas ilegales que antes se toleraban.
Desde mayo, están en la mira de las autoridades las granjas piscícolas.
Así fue como Omar Ziad vio llegar a su pueblo, Al-Bu Mustafa, a funcionarios del ministerio de Recursos Hídricos que cerraron los sie...