La agricultura y la ganadería devoran los bosques del Gran Chaco
Como enormes cicatrices en el bosque del Gran Chaco asoman entre su tupida vegetación seca y espinosa los campos de girasoles, la soja genéticamente modificada y el ganado. La deforestación se devora al segundo bioma más importante de América del Sur.
En la provincia del Chaco, en el noreste de Argentina, las heridas están abiertas: escondidos tras cortinas vegetales, árboles de algarrobo y quebracho arrancados de raíz yacen en el suelo.
También se amontonan como leña en camiones que los llevan hasta las plantas de carbón vegetal y de extracción de taninos para la curtiembre. Su madera es muy preciada para hacer muebles e incluso se utiliza todavía en los durmientes de las vías de tren.
El Gran Chaco, un bosque nativo que se extiende por más de un millón de kilómetros cuadrados en...