Niños ocultan el dolor de la migración jugando, mientras sus padres piden más solidaridad
Centenares de niños extranjeros ocultan el dolor de la migración jugando en vías públicas o albergues, mientras que sus padres, algunos llorando, claman en Honduras por más solidaridad para continuar con su viaje a EEUU, en una odisea que algunas familias la iniciaron hace dos meses.
La mayoría de los niños son venezolanos y colombianos, aunque también los hay cubanos, haitianos, asiáticos y africanos, como parte de la oleada migratoria que está enfrentando la Ciudad de Danlí, departamento de El Paraíso, en el oriente de Honduras, fronterizo con Nicaragua.
Ignorando por su corta edad lo doloroso que ha sido para su familia abandonar su país de origen, muchos niños y niñas se entretienen en Danlí con juguetes de plástico, otros armando pequeños rompecabezas, mientras que algunos, enfe...