¡Dios salve a Haití!
Desde finales del siglo XX y ahora en el siglo XXI, Venezuela le da la espalda al sufrido pueblo de Haití. Pero no es solo el gobierno de la nación venezolana sino los latinoamericanos en general y, mucho más grave: ¡el mundo!
De ahí que la suerte del pequeño pero significativo país caribeño está prácticamente en manos celestiales y no terrenales, diría que en manos de Dios a quien habría que pedirle con fuerza y mucha fe para que lo salve de la desgracia que viene padeciendo.
El sufrimiento resalta cuando se observan los últimos acontecimientos: un terremoto devastador de enero de 2010 que desoló un tercio de su población, huracanes, sangrientos regímenes dictatoriales de la familia Duvalier y, sobre todo, la actual violencia de las pandillas que controlan el 80 por ciento del país....