Crónica de un salario de papel
22 de octubre de 2025. Era una tarde como cualquiera. Pedro salió de la oficina con la tarjeta de débito en el bolsillo y la frustración en el ceño.Había cobrado su "salario integral" y sabía que era una carrera de velocidad contra la depreciación. Su misión: comprar los víveres esenciales. La tasa oficial del Banco Central de Venezuela (BCV) marcaba el dólar a Bs. 210. Una quimera, lo sabía.
Entró en el abasto del portugués, un lugar pulcro donde todos los precios estaban rotulados en dólares. Agarró un litro de aceite y un kilo de harina precocida y dos o tres cositas más. El total era de $ 15. Pedro se dirigió a la caja con su tarjeta.
—Son quince, mi joven —dijo la cajera.
—Voy a pagar con débito, por favor —respondió Pedro.
La cajera tecleó un monto, sin dudar. —Serían Bs...

