La sed se suma al hambre y agrava todavía más la situación de los habitantes de Gaza
Bajo un sol abrasador, gazatíes agotados y hambrientos recorren cada día kilómetros a pie en busca de agua, a menudo salobre o contaminada, un problema que ya existía antes de la guerra, pero que se ha agravado enormemente, según organizaciones humanitarias y autoridades locales.
"A veces siento que mi cuerpo se seca por dentro. La sed me roba toda la energía, y también a mis hijos", dice Um Nidal Abu Nahl, una madre de cuatro hijos que vive en Ciudad de Gaza, expone la nota de AFP.
El 80 % de las infraestructuras relacionadas con el agua están dañadas por la guerra y los gazatíes solo pueden contar con suministros aleatorios, como un camión cisterna o un grifo instalado por una oenegé en medio de un campamento.
Al comienzo de la guerra, desencadenada por el ataque de Hamás contra...




