Los heridos, ensangrentados, yacen en el suelo frente a un hospital en Birmania tras el fuerte sismo
Cuerpos ensangrentados y retorciéndose de dolor yacen en el suelo, por falta de espacio, delante de las urgencias de un hospital de la capital birmana, Naipyidó, tras el violento sismo que sacudió el viernes el país.
«Es un lugar reservado a las numerosas víctimas», declara un responsable de este establecimiento, que cuenta con unas mil camas, pidiendo a los periodistas que se alejen.
Algunos heridos, con sangre y cubiertos de polvo, llegaron en autos, otros en camionetas o en camilla.
«Están llegando muchos heridos», relata un médico a AFP, admitiendo estar agotado. «Nunca vi nada parecido. Estamos intentando manejar la situación».
Un médico del centro indicó que por el momento «alrededor de 20 personas murieron tras llegar al hospital».
Algunos de los afectados gritan y se retuercen...