A sus 48 años es la canción más escuchada del siglo XXI: Bohemian Rhapsody
Inasible, exuberante, operística, un menjunje de estilos, categórica, desmedida, misteriosa, única. Es una canción cargada de osadía, capaz de coquetear con lo genial y abismar al ridículo. Dura casi seis minutos entre la incertidumbre inicial de la letra que pregunta si esto es la vida real o solo una fantasía y el gong del acto final.
Tiene seis partes. Una introducción que inicia a capela, una sección baladística que continúa el piano de la parte anterior, un solo de guitarra, una parte de ópera, un fragmento bien rockero y la coda final. Rock, balada, heavy, ópera, pop, rock progresivo, armonías vocales complejas, un gran riff, efectos casi imposibles para la tecnología de la época.
Una propuesta desmesurada, un cóctel ecléctico nutrido por elementos que parecían confrontar e...