El récord de contaminación en Pakistán dispara los niveles de angustia y ansiedad
En las calles de la segunda ciudad más importante de Pakistán, Lahore, una espesa niebla gris irrita los ojos y la garganta. En las casas, poca gente puede permitirse los purificadores de aire y las familias temen por sus hijos, privados de ir a la escuela debido al récord de contaminación este año.
Rafia Iqbal, profesora de 38 años que tiene que hacer clase en línea hasta el 17 de noviembre, está preocupada por la salud de alumnos y de sus propios hijos, Sameen, de 11 años, y Haider, de 5.
"Los niños tosen todo el tiempo, tienen mocos, fiebre. En la escuela, la mayoría de niños estaban enfermos", explica a AFP.
Desde hace más de una semana, el índice de la calidad del aire alcanza niveles inéditos: en Lahore, de 14 millones de habitantes, casi todos los días se ha situado por encim...