En el Día del Trabajador Social conocemos una mujer entregada al servicio social que abraza la ancianidad
Gregoria Salas, llena de amor al prójimo, madre, esposa, Trabajadora Social, docente, profesora universitaria y tutora, porque más que alumnos tiene miles de hijos y con múltiples responsabilidades familiares. Un corazón entregado al servicio de los más desasistidos. Su amor por los ancianos la hace llevar al frente el más alto desafío para velar, protegerlos y ser en cada uno de ellos la cobija que apacigua el frío de la ausencia familiar.
Hoy pasó a retiro de la administración pública, quien cumplió sus funciones en la Fundación Casa del Abuelo, donde durante 9 años se entregó con la más intachable y celosa labor como funcionaria pública, para penetrarse en la vida de cada abuelo que desde ahí se atienden.
A sus 56 años, siempre ha estado prestada al servicio social, una verdad...