domingo, diciembre 22

Sube la tensión entre Caracas y Buenos Aires por incautación de avión en la mira de EEUU

El incidente por el Boeing 747 que está varado en Argentina desde junio continúa escalando luego de que un juez federal bonaerense ordenara la incautación tras el pedido de un magistrado estadounidense. Nicolás Maduro acusó a Buenos Aires de «secuestrar» la aeronave y a sus tripulantes; en tanto que el embajador en Caracas recibió al diputado que insultó a Alberto Fernández. “No implica un problema diplomático”, atenuó la portavoz de la Casa Rosada.

Las relaciones entre Argentina y Venezuela, que mejoraron notablemente después de que en julio se reabriera la embajada en Caracas –degradada bajo la Administración de Mauricio Macri-, atraviesan un momento de crispación que escala a medida que avanzan los movimientos judiciales sobre el avión venezolano que está retenido en el aeropuerto internacional de Ezeiza desde el 6 de junio.

El último jueves, el juez federal de Lomas de Zamora, Federico Villena, ordenó la incautación de la aeronave por pedido del magistrado de Washington, Michael Harvey. La decisión, apoyada y sugerida por la fiscal argentina Cecilia Incardona, deja el Boeing 747 a disposición del juez estadounidense.

Esta medida de Villena dio lugar a que miembros de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) y del Servicio de Alguaciles de EEUU inspeccionaran la aeronave. Harvey aprobó tareas de mantenimiento y el pago de los servicios de hangar e insumos mientras estudian la situación.

Esto sucedió luego de que el presidente venezolano Nicolás Maduro arremetiera duramente diciendo que el Gobierno de su homólogo Alberto Fernández está realizando un “secuestro” del avión y su tripulación de cinco iraníes y 14 venezolanos.

Después de que Nicolás Maduro le pidiera por el «rescate de nuestros bienes nacionales«, miles de ciudadanos venezolanos marcharon en protesta de la postura de la Administración argentina.

Por su parte, Diosdado Cabello, vicepresidente del oficialista Partido Socialista Unido, acusó a Fernández de “recibir y cumplir órdenes del imperialismo”.

No entendemos cuál es el ensañamiento contra nuestro país. Es el único responsable de lo que ocurra con ese avión y la tripulación venezolana”, apuntó el alto funcionario.

El punto máximo de las agresiones llegó cuando el diputado de la Asamblea Nacional, Pedro Carreño, calificó al mandatario argentino de “títere, pelele, jalabolas”.

La portavoz de la Casa Rosada, Gabriela Cerruti, buscó bajar la resonancia a los dichos durante una rueda de prensa el jueves. “Entendemos que son expresiones de diferentes actores de la vida política venezolana como, muchísimas veces, actores de la vida argentina han tenido expresiones fuertes respecto a Venezuela y eso no implica un incidente diplomático”, afirmó.

El embajador argentino en Venezuela, Oscar Laborde, recibió a Carreño y otros 30 legisladores. Allí le remarcó que las agresiones a Alberto Fernández fueron “inadecuadas e inoportunas” y generaron “desagrado y enojo”.

En la reunión, los diputados entregaron un documento para exigir que liberen el avión. “No descansaremos hasta que se haga justicia con la tripulación y el avión”, afirmó hoy en sus redes el ministro de Transporte venezolano, Ramón Celestino Velásquez Araguayán.

En el escrito también repudian “las aviesas intenciones del Gobierno de los EE.UU. de continuar con las acciones de incautación de los bienes» venezolanos.

Argentina y Estados Unidos, puntos distintos sobre el avión venezolano

Los intereses que Buenos Aires y Washington mantienen respecto al aeroplano de Caracas que fue incautado en las últimas horas son diferentes.

El país sudamericano ofició de intermediario para que los norteamericanos puedan acceder al avión de la empresa Emtrasur, pero no están encolumnados en las mismas causas.

El tratado de colaboración entre estos países no necesita, en una incautación, que los delitos sean contemplados por las dos leyes. Por caso, las normativas que EEUU asegura que fueron violadas no son un delito en Argentina.

La Justicia argentina retuvo el avión y a sus integrantes mientras investiga posibles vínculos con entidades terroristas, como Hezbolá, grupo sospechado de perpetrar el atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) de 1994, donde murieron 85 personas. Al momento no hay evidencias de ellos, por eso no están presos sino retenidos.

Por su parte, EEUU solicitó que se confisque la aeronave porque está sujeta a sanciones, según sus legislaciones. La transferencia por parte de la empresa iraní Mahan Air a Emtrasur –una filial de Convisa-, que contó con una triangulación solapada en los Emiratos Árabes, violó las leyes de exportación, según la Corte Federal en Washington.

Ambas compañías están bajo restricciones impuestas por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos por presunta colaboración logística para organizaciones terroristas.

Al ser incidentes paralelos, Venezuela no es parte de la causa que le interesa a Washington y no podrá apelar la sentencia.

Por: Agencia