En el recorrido que el alcalde Rafael Ramírez, y su equipo de trabajo hicieron, el 29 de junio, se evidenció que son varias las peticiones que las comunidades le hacen al burgomaestre. Sillas de ruedas y reparación de viviendas fue lo más solicitado, por quienes entre quejas y lamentos solo buscan soluciones para los barrios de la parroquia Coquivacoa.
Niños, jóvenes, mujeres, hombres y ancianos se acercan a la máxima autoridad del municipio. Expresan asombro por ver a un político en la zona, «solo vienen en época de elecciones y luego no le vemos más la cara», dijo una mujer a los medios de comunicación cuando entregaba una carta a Ramírez.
El burgomaestre ingresa a las viviendas. La mayoría hechas de láminas de zinc o de bloques, pero sin friso y con graves problemas de filtraciones. La comunidad se le acerca con cartas en las que piden la reparación de las casa.
Las sillas de ruedas también son una prioridad en las comunidades de Coquivacoa. Eliana, una joven con discapacidad motora, se acerca al alcalde Ramírez para decirle ella misma lo que necesita, «yo quiero una andadera y la silla».
Una mujer le comenta al Alcalde que la joven para trasladarse se arrastra, porque no cuenta con una silla de rueda. El jefe del ayuntamiento se compromete a ayudar «lo antes posible» a Eliana. Los vecinos aplauden y agradecen la atención.
Ramírez camina otros metros. Allí una abuelita lo aborda con el propósito de llevarlo a su vivienda para mostrarle que al llover su casa se moja por las filtraciones en el techo.
Las carencias son evidentes y las solicitudes muchas, pero las personas manifiestan que les da un poco de tranquilidad ver que «por lo menos» las autoridades trabajan en la limpieza de las quebradas. Rafael Ramírez salió de Coquivacoa con las manos llenas de cartas y comprometido con Eliana.
Texto: María Gabriela Villalobos / Fotos y videos: Lizaura Noriega