El jeque kuwaití Ahmad al-Fahad al-Sabah, una figura influyente en los Juegos Olímpicos, fue hallado culpable el viernes de falsificación en un caso relacionado con un intento de implicar a rivales políticos en Kuwait en un plan de golpe de Estado. El veredicto pone en riesgo su larga carrera en las políticas deportivas a nivel mundial.
El jeque Ahmad, su exabogado inglés, un asistente kuwaití y otros dos abogados establecidos en Ginebra en 2014 fueron condenados por cargos de falsificación ligada a orquestar un caso falso de arbitraje en esta ciudad suiza.
El jeque recibió una sentencia de casi 14 meses en prisión con una suspensión de 15 meses más en un caso que frenó prácticamente gran parte de sus actividades olímpicas durante casi tres años.
“Yo sé que no hice nada. Esperaré la apelación (y) mis derechos”, declaró el jeque Ahmad al salir de la corte, agregando que volvería a Ginebra para apelar su condena. “Nunca me detendré, porque creo ser inocente”.
El panel de tres jueces determinó que los cinco acusados participaron en los montajes de una disputa legal y una audiencia de arbitraje en Ginebra en 2014 a fin de recibir un fallo favorable. Trataron de dar por auténticas las imágenes de video que presuntamente mostraban a dos políticos kuwaitíes —entre ellos un ex primer ministro— discutiendo un posible golpe de Estado en el reino rico en petróleo.
El jeque Ahmad respaldó el arbitraje falso y fue el único beneficiado, indicó la jueza Delphine Gonseth, que preside el tribunal.
Su sentencia fue más severa de lo que solicitaba el fiscal público —sólo seis meses de prisión con una suspensión de otros dos años.
El jeque Ahmad es presidente de la Asociación de Comités Olímpicos Nacionales, la cual tiene una afiliación de 206 comités olímpicos nacionales, y se ha ganado la reputación de “persona influyente” en las elecciones para Juegos Olímpicos y otros eventos deportivos internacionales.
Desde su imputación en noviembre de 2018 ha sido separado públicamente de sus roles de liderazgo en Juegos Olímpicos y de su papel en el Comité Olímpico Internacional. AP
Por Agencia