Un grupo de senadores demócratas de EE.UU. volvió a presentar este miércoles una propuesta de ley que busca despenalizar el consumo de marihuana a nivel federal, un paso que llega en un momento en el que el Gobierno del presidente Joe Biden evalúa reclasificar esa droga como menos peligrosa.
La iniciativa legislativa, impulsada entre otros por el líder de la mayoría demócrata en el Senado de EE.UU., Chuck Schumer, eliminaría la marihuana de la lista federal de sustancias controladas, permitiendo que cada estado decida su política en torno a esa sustancia, reseñó EFE.
En una rueda de prensa, Schumer explicó que el proyecto, bautizado Ley de Oportunidades y Administración de Cannabis, también busca compensar a las comunidades de color y aquellas más pobres por los daños que les ha causado la actual política contra las drogas.
«Millones de estadounidenses, en su mayoría estadounidenses de color, han visto sus vidas descarriladas y destruidas por la fallida guerra de nuestro país contra las drogas. Las consecuencias de esta dañina campaña perduran hasta nuestros días», afirmó el líder demócrata.
En este sentido, dijo que la legislación propuesta borrará los antecedentes penales relacionados con la posesión y el consumo de cannabis, siempre que hayan sido no violentos, porque cree que el actual sistema «persigue e inhibe» a los ciudadanos y les impide conseguir empleos y rehacer su vida.
Acompañado del presidente del Comité de Finanzas del Senado, Ron Wyden, y del senador de afroestadounidense Cory Booker, Schumer consideró que las actuales leyes sobre drogas están «anticuadas» y es necesario una renovación.
Schumer también alabó la decisión que ha tomado la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) para reclasificar la marihuana como una droga menos peligrosa a nivel federal, lo que abriría las puertas a importantes cambios a nivel legal y económico.
Esa recomendación de la DEA está siendo ahora evaluada por la Casa Blanca, que tomará la decisión final, según informaron este martes los medios estadounidenses.
Booker, uno de los grandes impulsores de una reforma penal, confesó su emoción con los avances e hizo hincapié en el hecho de que el consumo de marihuana, actualmente, criminaliza más a la población afroamericana: «Hay personas detenidas por hacer lo mismo que hace gente de otras comunidades rutinariamente sin temor a la detención», enfatizó.
Por esto, enmarcaron la despenalización de dicha sustancia como un paso para reformar el sistema penal de EE.UU., que castiga con penas muy altas la posesión de marihuana, algo que ha afectado de manera desproporcionada durante décadas a las minorías hispana y afroamericana.
De todas formas, en su intervención Wyden quiso ser realista y reconoció que se debe seguir negociando para que la propuesta no quede «en un punto muerto» en el Congreso y, en ese marco, apuntó al «desafío» que supone la negativa de los políticos del Partido Republicano a la hora de impulsar cambios como este.
La iniciativa tiene pocas probabilidades de prosperar porque los republicanos del Senado se oponen a la despenalización de la marihuana y, aunque tienen mayoría en esa cámara, los demócratas necesitarían su apoyo para aprobar la ley.
Desde 1971, la marihuana ha estado clasificada en la misma categoría que la heroína, las metanfetaminas y el LSD.
Sin embargo, en los últimos años, a nivel estatal ha habido un gran movimiento para legalizar el cannabis, que actualmente es legal en 24 de los 50 estados del país y en el Distrito de Columbia.
Por Agencia.