Más de la quinta parte de los trabajadores en el planeta (743 millones, o el 22,8 % del total) dice haber sufrido acoso laboral de algún tipo, según revela un sondeo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) publicado hoy.
De las tres formas de acoso en el trabajo -psicológico, físico o sexual- la primera es la más habitual, ya que un 17,9% de los encuestados (583 millones) dice haberlo sufrido, destaca el estudio presentado en rueda de prensa por la asistente del director general de la OIT para Gobernancia y Derechos, Manuela Tomei, publica EFE.
Mientras los hombres son las principales víctimas en el acoso físico (que afecta al 8,5 % de todos los empleados encuestados, el equivalente a 277 millones), las mujeres sufren más el acoso sexual, que en total dicen haber padecido 205 millones de trabajadoras, un 6,3 % del total.
“El estudio nos muestra la enorme tarea que queda por delante a la hora de acabar con la violencia y el acoso en el marco laboral, y esperamos que acelere las acciones sobre el terreno”, destacó Tomei.
Acoso laboral
Entre los encuestados que dijeron haber sido víctimas de acoso, casi un tercio dijo haber sufrido más de una de las tres modalidades (físico, psicológico y/o sexual), y un 6,3 % alegaron haber padecido todas ellas.
Además, tres de cada cinco acosados alegan haber sufrido estas formas de violencia en más de una ocasión.
El sondeo indica por otro lado que las mujeres jóvenes tienen el doble de probabilidades de sufrir acoso sexual en comparación con sus colegas de trabajo de la misma edad, o que el peligro de sufrir este tipo de violencia se duplica entre las trabajadores migrantes con respecto a las no migrantes.
El estudio muestra además la dificultad en conocer el verdadero impacto de este acoso laboral, ya que sólo algo más de la mitad de los que lo sufren dicen haber compartido esta mala experiencia con alguien, e incluso en estos casos, suele ser únicamente cuando se ha experimentado de forma repetida.
Tomei explicó que las principales razones que los acosados adujeron para no denunciar esta violencia fueron considerar que contarlo “era una pérdida de tiempo”, o que incluso podría afectar a su reputación en el marco laboral.
Por: Agencia