El presidente de Chile, Sebastián Piñera, condenó este lunes el ataque xenófobo contra migrantes ocurrido el pasado sábado e insistió en frenar la entrada irregular de extranjeros bajo el lema de «ordenar la casa» ante el agravamiento de la crisis migratoria en el norte.
«Condenamos categóricamente la brutal agresión que un turba descontrolada cometió contra un grupo de migrantes irregulares, estamos haciendo todo lo necesario para que ese crimen no quede impune», dijo Piñera en un mensaje audiovisual.
El suceso tuvo lugar al término de una multitudinaria marcha contra la migración irregular en la ciudad de Iquique (norte) que convocó a alrededor de 5.000 personas, tras la cual un grupo de manifestantes quemó las carpas que eran utilizadas por extranjeros para pernoctar en plazas y playas, reseñó EFE.
El norte de Chile, en la frontera con Bolivia, vive una crisis migratoria que se ha agravado en los últimos días con la entrada de cientos de personas por pasos clandestinos, lo que ha provocado el colapso de algunas localidades fronterizas y una creciente tensión entre los extranjeros y la comunidad local.
«Como Gobierno estamos cumpliendo nuestro compromiso de poner orden en nuestra casa, promoviendo una migración legal, ordenada y segura que proteja los derechos de los migrantes, que muchas veces son abusados por bandas de trata de personas y que, también, proteja los derechos de los chilenos», dijo hoy al respecto el mandatario.
En la misma jornada, la ONU expresó su preocupación por el agravamiento de la crisis migratoria e instó a «apoyar con asistencia técnica y colaborar en los esfuerzos de las autoridades nacionales y locales».
Por Agencia