Rusia frustró un ataque con 20 drones ucranianos contra la península de Crimea, anexionada por Moscú, durante la noche, dijo el Ministerio de Defensa ruso el sábado.
Catorce de los aviones no tripulados fueron derribados por las defensas aéreas rusas y otros seis fueron manipulados electrónicamente, explicó el ministerio en una publicación en Telegram. No se reportaron víctimas ni daños.
Funcionarios de Kiev no confirmaron ni negaron la posible implicación ucraniana en los incidentes.
Luego de que en las redes sociales rusas se publicaron el sábado videos que mostraban humo sobre el puente que une Crimea con Rusia, el gobernador designado por el Kremlin para la península, Sergei Aksyonov, aseguró que las defensas antiaéreas rusas evitaron un ataque en la región al derribar dos misiles ucranianos.
El puente no sufrió daños, agregó, aunque el tráfico se suspendió brevemente.
Un asesor de Aksyonov, Oleg Kryuchkov, dijo que “las fuerzas especiales montaron una cortina de humo”.
El puente que conecta Crimea y Rusia tiene una gran importancia para Moscú, tanto logística como psicológica, ya que es una arteria clave para llevar suministros militares y civiles y una muestra del control del Kremlin sobre la península que se anexionó ilegalmente en 2014.
La semana pasada, un dron marítimo ucraniano alcanzó un petrolero ruso cerca del puente y un ataque directo a la infraestructura mató a una pareja el mes pasado y causó heridas graves a su hija, además de dejar un tramo de calzada peligrosamente colgado. Los daños parecían menos graves que los causados por otro ataque en octubre, pero volvieron a poner de manifiesto la vulnerabilidad del puente.
Los ataques nocturnos siguieron a tres días consecutivos de ataques con aviones no tripulados sobre la capital rusa, Moscú. Disparar drones contra el país vecino, tras más de 17 meses de guerra, tiene poco valor militar aparente para Ucrania, pero la estrategia ha servido para inquietar a los rusos y para hacerles comprender las consecuencias del conflicto.
Los ataques con drones se han incrementado en las últimas semanas, tanto en Moscú como en Crimea, cuya anexión por parte de Rusia está considerada ilegal por gran parte de la comunidad internacional.
Por otra parte, Rusia afirmó el sábado que recuperó el control de la localidad de Urozhaine, en Luhansk, la provincia más oriental de Ucrania, luego de un contraataque nocturno.
Una mujer de 73 años falleció en la madrugada del sábado en un bombardeo ruso sobre la provincia nororiental de Járkiv, dijo el gobernador regional, Oleh Syniehubov.
El ministro ucraniano del Interior, Ihor Klymenko, indicó que un agente policía falleció y otras 12 personas resultaron heridas cuando una bomba aérea guiada rusa alcanzó la ciudad de Orikhiv, en la provincia sureña de Zaporiyia, que está parcialmente ocupada por Moscú. Cuatro de los heridos eran también policías, añadió.
Funcionarios locales reportaron explosiones el sábado en la mañana en Krivói Rog, la ciudad del centro del país donde nació el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, pero indicaron que no había víctimas.
En la costa ucraniana del Mar Negro, la ciudad de Odesa abrió varias de sus playas al público por primera vez desde que Rusia lanzó su invasión a gran escala en febrero de 2022.
Había seis playas abiertas, pero el acceso quedará prohibido durante las alertas antiaéreas, dijo el gobernador, Oleh Kiper.
El puerto, de gran valor estratégico y un centro clave para la exportación de grano, ha sido el blanco de repetidos ataques con drones y misiles, especialmente desde que Moscú abandonó unilateralmente el mes pasado el histórico acuerdo para la exportación de cereales ante los renovados esfuerzos ucranianos para recuperar su territorio. Es habitual que hasta las playas de la ciudad lleguen minas rusas.
Por: Agencia