Un emotivo contacto directo en La Curva de Molina, efectuaron este sábado los candidatos de la unidad Manuel Rosales y Rafael Ramírez, acompañados de líderes vecinales de este sector situado al oeste de Maracaibo.
Rosales, candidato a la gobernación en la tarjeta de la MUD, escuchó planteamientos de comerciantes, amas de casa y proveedores de alimentos. Señalaron que una playa y unas aceras no son la solución a sus necesidades.
“Allá adentro, en los barrios, es donde están nuestros mayores sufrimientos. La gente está pasando hambre”, dijo Carlos Sánchez, uno de los minoristas.
Denunciaron que la crisis de transporte está en el peor momento, a lo cual Rosales señaló que, con el candidato de la unidad, Rafael Ramírez, abordará tan importante responsabilidad luego del 21 de noviembre. A su vez, Ramírez agregó que Maracaibo volverá a contar con una Red Maestra similar a la que creó Rosales en sus tiempos de alcalde.
Desangre oficial
Los comerciantes de La Curva de Molina clamaban a Rosales que los ayudara a salir de esta tortura, que liderara el cambio en la región. Denunciaron el alto costo de los impuestos municipales y la mala calidad de los servicios públicos.
«Nos cobran carísimo por unos servicios que ni tenemos. Tenemos que pagarlos por partida doble: por la vía oficial y por fuera comprando cisternas de agua, pagando gente para que se lleve la basura y pare usted de contar. Las ventas están muy malas, hace falta reactivar la economía», indicó Eusebio Pacheco, encargado de un negocio de lubricantes al mayor y detal.
Lorenzo Fernández, quien tenía su venta de quesos en La Curva, se vio obligado a mudarla frente a su casa, en Raúl Leoni. «Necesito 300 dólares al mes para tener un mesón en la antigua cancha y las ventas están muy duras ¿De dónde saca uno para pagar eso? Los que hoy nos gobiernan nos están desangrando», aseguró.
«la llave de la Unidad», también constataron el mal estado de las vías y la mala calidad de vida de los vecinos, en su mayoría personas de la tercera edad con problemas de salud y que han tenido que hacerle frente solos a la dura realidad que se vive en el Zulia mientras sus hijos y nietos tuvieron que emigrar para poderlos mantener.
Todos están claros que saldrán a votar el 21 de noviembre para consolidar el cambio que tanto anhelan. La recuperación de la Gobernación y de la Alcaldía es el primer paso para reconstruir el Zulia grande. Cantaban arengas de apoyo, mientras los dirigentes avanzaban estrechando las manos amigas que les extendían.
“Con Manuel sí hay esperanzas. Mi familia le dará el voto”, aseguró uno de los expendedores. También le gritaban a su paso «vos sois el hombre», «Manuel, el Zulia necesita un cambio» y «ese no pierde con nadie”.
Por Nota de Prensa